Poco a poco Uruguay va saliendo del estado de emergencia agropecuaria producto de la sequía que afectó al país y que se agravó en el último año llevó al Poder Ejecutivo a decretar ese estado crítico, que habilita la entrega de apoyos estatales excepcionales a los productores más perjudicados del agro.
De acuerdo a un artículo de Infobae, en las últimas semanas hubo intensas lluvias sobre el país que permitieron dejar atrás el déficit hídrico, aunque el gobierno decidió extender la emergencia agropecuaria hasta fin de año con el retiro de algunos apoyos.
Se estima que las pérdidas llegaron a USD 1.800 millones por el déficit hídrico, en tal sentido, la comisión que define la extensión de la sequía consideró que los registros de lluvia, la cantidad de agua en el suelo y el crecimiento del pasto estaban en una situación de normalidad, pero que se debería extender la emergencia para hacer frente a las consecuencias de la sequía.
“Estamos en un camino de normalidad de las precipitaciones, pero todavía falta para recuperar y llegar al punto ideal”, dijo el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, tras tomar la decisión.
Algunas zonas del sur y del suroeste del país siguen con “carencias” en la disponibilidad del agua. En otros puntos de Uruguay, mientras tanto, hay excesos de agua y los pronósticos respecto al próximo trimestre son “favorables”.
Para el tramo final se esperan lluvias por encima de lo normal y la expectativa para primavera –una estación clave para la acumulación de reservas para el resto del año– es positiva, consideró el ministro.