Superar las 10 millones de toneladas de soja en esta campaña agrícola sería un importante logro, especialmente dadas las dificultades que se fueron presentando en los últimos meses debido a las condiciones climáticas adversas, los precios internacionales, además de las dificultades logísticas que actualmente están complicando el proceso de exportación de los productos agrícolas.
En ese sentido, el presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), José Berea, indicó que “la fortaleza de este año sería superar las 10 millones de toneladas”. Sostuvo que estos números en la producción serían claves dado su significativo aporte al ingreso de divisas del país, esperando que una vez más el campo contribuya al mantenimiento y crecimiento.
Señaló que hasta el omento están muy conformes con lo cosechado y que si el campo produce Paraguay estará bien, pero también es importante reconocer los desafíos y obstáculos que puedan surgir y abordar estos desafíos de manera efectiva requerirá un enfoque colaborativo entre el gobierno, el sector privado y otros actores relevantes.
“Si lo miramos en números macros es una campaña buena, vamos a superar las 10 millones de toneladas, que de hecho ya que no recuerdo cuando fue la última vez que alcanzamos esos números. Tenemos más o menos entre 9,3 y 9,5 millones de toneladas en la zafra principal y ahora con la zafriña, posiblemente estemos con el millón de toneladas”, subrayó.
Berea recordó que hay regiones como la zona noroeste de la región oriental, como los departamentos de San Pedro, Concepción, Canindeyú y Amambay que han sufrido bastante con la sequía y en algunos casos, hay regiones que ya vienen arrastrando esta situación desde hace algunas campañas, como en el caso de San Pedro que ha sido una zona muy castigada.
Añadió que sumado a todo el desafío que representó el clima, el precio de la oleaginosa se encuentra a un 25% o 30% por debajo de lo que se registró el año pasado. Así también, manifestó que es preocupante escuchar sobre las malas condiciones del río, especialmente cuando la navegación es crucial para el transporte de productos agrícolas. “Si bien es alentador que las últimas lluvias hayan brindado algo de alivio, es comprensible que las previsiones desfavorables para los próximos meses generen incertidumbre y complicaciones adicionales”, expresó Berea.
Otro inconveniente importante es la huelga de los funcionarios del Ministerio de Agricultura de Brasil (MAPA), especialmente por su impacto en los envíos de productos agrícolas al exterior ya que representa dificultades significativas en la planificación y ejecución de actividades comerciales, lo que puede afectar negativamente a los agricultores y exportadores.
“Esto normalmente ocurre en años políticos en Brasil, pero esta vuelta se extendió y prácticamente venimos desde el mes de diciembre del 2023 con la huelga y hasta hoy siguen con una operación padrón, y dificulta elaborar tu flujograma de envíos al exterior o de ventas porque corres el riesgo de no cumplir con los contratos”, apuntó.