La constante búsqueda de mejorar la producción año tras año es un objetivo central, aunque existen dos variables cruciales que a menudo determinan los resultados y que están fuera del control del productor: el clima y el precio de mercado.
Un ejemplo reciente ilustra la magnitud del impacto de estas variables. Según indicó a Valor Agrícola, el presidente de la Unión de Gremios de la Producción, Héctor Cristaldo, este fue un año desafiante para la producción de soja ya que el precio por tonelada ha caído en aproximadamente 150 dólares en comparación con el año pasado. Para una producción de 10 millones de toneladas, esto se traduce en una pérdida de US$ 1.500 millones.
“Hay muchos factores que impactan al sector como el clima y el mercado, además de otras preocupaciones que desaniman al productor como las exigencias de la UE y la modificación de la ley de semillas. No sé si puedo hablar de optimismo para la próxima campaña, pero sí de esperanza de que todo pueda mejorar”, expresó.
En cuanto a los cultivos específicos, dijo que el panorama es variado. El maíz enfrenta serias complicaciones debido a las plagas y al clima, por lo que no se anticipan buenos resultados. “Todo indica que será un año complicado. Sin embargo, hay ciertos aspectos positivos: la soja zafriña para semilla al menos está rindiendo, y se ha comenzado la siembra de trigo con la esperanza de que las condiciones climáticas acompañen y se logre una buena producción”, apuntó.
Otro factor crucial que ha complicado la situación es el aumento de costos desde la guerra en Ucrania. Esto ha obligado a los productores a ajustar meticulosamente sus cálculos de gastos. “Estábamos en un escenario de precios muy bueno que daba más tranquilidad, pero con la caída de los precios este año, todo queda más apretado. Antes, con 1.500 kg/ha ya empatabas, y ahora necesitas más de 2.000 kg/ha, dependiendo de tus costos. Los números están muy ajustados, y solo un buen rendimiento permitirá tener un margen de ganancia”, remarcó.
Cristaldo sostuvo que, a pesar de estos desafíos, los productores siguen apostando a volver a sembrar. Sin embargo, se refirió a la intención del Senave de realizar una revisión de la Ley de Semilla alegando que este tipo de anuncios y persecuciones desanima a la gente y genera malestar. “Con las dificultades existentes, parece que, en lugar de aliviarse, se crean problemas artificiales. Lo que los productores realmente necesitan son reglas claras, predecibles e iguales para todos, además de tranquilidad para poder trabajar”, concluyó.