Representantes de la cadena de la soja, realizaron un viaje clave a Bruselas la semana pasada, con el objetivo de presentar los avances del sistema de trazabilidad en cumplimiento con las normativas ambientales de la Unión Europea. La asesora de comercio exterior de la Capeco, Sonia Tomassone, parte de esta misión, calificó la semana como altamente productiva, subrayando lo oportuno de mostrar los avances logrados en la plataforma, que busca cumplir con el reglamento 1115, Sin embargo, indicó que sigue existiendo incertidumbre.
“La plataforma fue muy bien recibida, creen que puede llegar a funcionar, pero la incertidumbre persiste. Dado que cada país miembro ya ha designado su autoridad competente en la frontera, no sabemos si habrá un criterio unificado o si cada autoridad será más o menos exigente. Esperamos aprender a nadar en esta nueva piscina, pero mientras tanto, todos los actores de la cadena nos encontramos en una incertidumbre total”, manifestó a Valor Agrícola.
Remarcó que, en términos generales, les fue bastante bien, ya que todos han valorado los avances que se ha logrado con la plataforma. “Incluso hubo comentarios de que nuestra plataforma va más allá de lo que hoy está solicitando la Unión Europea. Así que fue un punto a favor y fue muy oportuna la visita”, afirmó.
También se presentaron los avances que ha tenido Infona con su base de datos, que demuestra claramente que la soja no proviene de áreas deforestadas a partir del 30 de diciembre de 2020, que es la fecha de corte de este reglamento de la UE.
La delegación también reclamó sobre la exigencia que tienen que ver con la segregación física del producto e insistieron en la necesidad de una implementación gradual de este reglamento. Ante esto, sostuvo que se prevé realizar algunas modificaciones en la implementación inicial que se darían a conocer inicialmente este mes.
Además, para junio se espera la publicación de la calificación país. Señaló que la solicitud principal fue que se socialice esta herramienta con otros países de la UE, para que estén al tanto de su existencia, y que este proceso se realice preferentemente antes de junio. “Son fechas tentativas”, resaltó.
En este contexto, alegó que “estamos con poco tiempo”, ya que resulta muy difícil llegar a 28 países en menos de dos meses, por lo que se harán todos los esfuerzos posibles para hacer llegar la información a los estados miembros que nos afectan directamente, como Alemania, Holanda y España, que son nuestros principales puntos de entrada.
“Vamos a ver cómo hacer llegar esta información y esperamos que ellos tomen en consideración todos estos datos y califiquen a Paraguay como un país de bajo riesgo o, al menos, de riesgo estándar”, alegó.
Respecto a los compradores, mencionó que estos no se preocupan por la calificación de país, ya que las exigencias para los importadores son exactamente las mismas, independientemente de si la calificación de riesgo es baja, media o alta.
Manifestó que todos los involucrados, tanto los productores como los importadores europeos y Paraguay, están pidiendo gradualidad en la implementación del reglamento.
“Es muy difícil implementar, así como está hoy día, pero definitivamente parece que va a arrancar en 2026 como se había previsto, solo que con algunas flexibilizaciones”, expresó.
La delegación, estuvo compuesta por representantes de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadoras de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).