El constante avance tecnológico sigue impulsando mejoras en la eficiencia del sector agrícola en la región chaqueña. Sin embargo, el manejo agronómico sigue siendo el pilar esencial, especialmente en esta región que, aunque es rica en nutrientes, es también muy frágil.

Así lo señaló el director de SGA, Marcos Kain, quien además advirtió que una mala gestión por parte del productor puede quebrar el sistema productivo.

En ese sentido, recalcó la importancia de prácticas como la cobertura de suelos, aunque muchas veces se pasa por alto a pesar de su efectividad. Esta técnica, que implica una inversión de entre US$ 90 y US$ 110 por hectárea en invierno, ayuda a mejorar la infiltración del agua, a regular la temperatura del suelo y a mantener su estructura y fertilidad.

“Trabajar sobre esas coberturas para tener una mejor infiltración de agua, bajar la temperatura del suelo, diversificar las fechas de siembra, son prácticas necesarias”, alegó.

También remarcó la necesidad de diversificar las fechas de siembra, como estrategia para reducir riesgos ante la variabilidad climática.

Explicó que, si toda la superficie sembrada demanda agua en el mismo periodo y no llueve, las pérdidas pueden ser graves. Diversificar ayuda a evitar que todas las etapas críticas de los cultivos coincidan.