Según el último informe del consultor Pablo Adreani, se perdieron 11 millones de toneladas de maíz y 10 millones toneladas de soja por la ola de calor que atravesó Argentina.
La ola de calor de los primeros días de febrero y la baja de los precios internacionales, el ingreso de divisas totales no aumentaría con respecto al año anterior que fue afectado por una feroz sequía, señaló.
«Será muy difícil tener la tercera cosecha récord de la historia, y hoy estamos muy lejos de los 137 millones de toneladas proyectadas a principios de campaña, y estamos cada vez más cerca de estar en el umbral muy por debajo de los 120 millones de toneladas», dijo.
A lo que sumó que el tema clave es que no se puede asegurar que no habrá más pérdidas en la producción. «En primer lugar, porque las lluvias no fueron amplias en volumen y cobertura, y además se esperan 10 días con pronósticos de lluvias muy escasos e incluso nulos en muchas zonas del país. De la misma forma que las lluvias de marzo y abril se proyectan que estarán por debajo de lo normal», remarcó.
Por otro lado, advirtió por la baja de los precios internacionales. Señaló que la corriente bajista que comenzara a mediados de noviembre no tiene freno. «La caída de la soja en Chicago desde el 15 de noviembre a la fecha acumula una baja de U$S 85 mientras que el maíz perdía 27 desde principios de diciembre», indicó.