El nuevo informe mensual de oferta y demanda del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), mostró una menor producción de soja y un aumento de la de maíz en Estados Unidos.
Las cifras de maíz sorprendieron al mercado ya que revisó su estimación de 398,93 a 425,26 millones de toneladas. Este fuerte aumento se debió a un rendimiento esperado significativamente mayor. E
Este dato de una producción inédita en la historia agrícola estadounidense, que quedo fuera de toda previsión del mercado, se sustentó en el incremento del área sembrada, de 38,53 a 39,38 millones de hectáreas, y de la superficie que llegará a la cosecha, que pasó de 35,13 a 35,90 millones de hectáreas.
Y el otro dato que potenció la revisión de áreas fue el rinde promedio, calculado ahora por los técnicos del organismo en 118,50 quintales por hectárea, otra marca récord que superó los 113,61 quintales estimados en julio y los 115,67 quintales pronosticados por los privados.
En cuanto al resto de las variables comerciales en Estados Unidos, y poniendo en consideración el ajuste de las existencias iniciales de 34,04 a 33,15 millones de toneladas por un aumento de las exportaciones que más que compensó una caída en la demanda de la industria del etanol 24/25, el USDA elevó para la nueva campaña sus previsiones sobre el uso forrajero de 148,60 a 154,95 millones de toneladas; el uso total, de 323,48 a 332,25 millones, con una demanda para etanol incrementada de 139,71 a 142,25 millones, y las exportaciones, de 67,95 a 73,03 millones.
Así, el stock final de maíz fue proyectado en 53,77 millones de toneladas, por encima de los 42,17 millones del reporte precedente y de los 48,31 millones calculados por los operadores.