Al cierre del primer cuatrimestre del año la molienda acumulada de oleaginosas alcanzó 1.073.422 toneladas, un aumento en la comparación interanual y un incremento del 15% con respecto al promedio para este periodo en los últimos cinco años, de acuerdo al reporte al Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
Estos resultados positivos se deben a una mayor disponibilidad de granos en este año con respecto a años anteriores donde los problemas climáticos dificultaron las labores de industrialización en los primeros meses del año. Lo último queda más claro si revisamos el comportamiento de la industrialización en periodos anteriores, donde podremos observar que el agregado de valor acumulado hasta abril de este año, a pesar de ser el mayor para el periodo 2020-2024, sería inferior a todos los registros entre el 2015 y el 2019, año en que se aprobó la última reforma tributaria.
Considerando la tendencia negativa que se viene arrastrando, se necesitan de importantes cambios estructurales para que la competitividad de la industria aceitera nacional pueda recuperarse y empezar a trabajar, como primer objetivo, al menos más cerca del tope de nuestra capacidad instalada.