La diversificación agrícola, según el Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), se presenta como una estrategia clave en un contexto donde las precipitaciones irregulares, las sequías prolongadas y los suelos mal manejados amenaza la estabilidad económica de los productores.
De acuerdo al Inbio, esta problemática ha sido más acentuado en los últimos años, especialmente en algunos puntos de la zona norte del país, donde el tipo de suelo que predomina tiene mayor porcentaje de arena por lo que consideran clave innovar en diferentes aspectos como cultivos, manejo de los mismos y ventanas de siembra.
La campaña 2024/2025 y zafriña 2025 no fueron la excepción para las zonas donde cooperadores del Programa de Agricultura Sostenible con Biotecnología (PASB), desarrollan una agricultura más sostenible partiendo del buen manejo de suelo.
Dentro de sus actividades, el PASB muestra la diferencia entre una agricultura conservacionista y la convencional, adaptada a las diferentes circunstancias y tecnologías que tienen los cooperadores. “La producción más rentable parte de la base del cuidado del suelo”, es la consigna del programa.
Además del autoconsumo, cultivos alternativos para los productores de regiones como el norte del país, donde vienen atravesando periodos de déficit hídricos prolongados, son los de maní, sésamo, mandioca, poroto, sorgo, girasol, algodón, entre otros que son más rústicos y podrían ser alternativas de renta para los productores.
Es importante resaltar que todos estos cultivos igualmente se pueden incorporar dentro del sistema de siembra directa, lo que ayuda a un manejo más sostenible y una mejor productividad.