Hugo Jiménez De Recalde compartió una perspectiva crítica acerca del Reglamento 1115 de la Unión Europea (UE) y su impacto en la expansión productiva de América Latina.
El profesional de vasta experiencia en la cooperación para el desarrollo, compartió datos acerca de la evolución en el uso de las tierras para la agricultura y el comercio de alimentos de América Latina y el Caribe (ALC), y plantea que la normativa 1115 busca frenar la expansión productiva de la región y limitar su desarrollo agrícola.
Jiménez De Recalde citó en su cuenta de X tres razones que sustentan su planteamiento, según datos de la FAO. Primero que la UE no tiene tierras para expandir sus fronteras productivas. América Latina y el Caribe es el proveedor y exportador neto de alimentos y que la UE ha llegado al límite del uso de sus recursos naturales.
En este contexto, menciona que entre los años 2017-2021, los países de ALC exportaron agroalimentos por USD 262 mil millones e importaron por USD 92 mil millones. En términos agregados, la región es exportadora neta por más de USD 170 mil millones.
Explicó que América del Sur tiene menos del 10% de la población mundial y no ha llegado al 15% del aprovechamiento de sus recursos naturales, sin embargo, produce alimentos para más del 60% de la población global.
En materia de uso de tierras para la agricultura, en las últimas seis décadas, señaló que existe una gran diferencia entre ALC y Europa.
En un comparativo entre el uso de tierra en Paraguay y en Francia, muestra que en seis décadas Paraguay evolucionó de un 2% a 12%, mientras que Francia mantiene un promedio de 35% en ese mismo periodo.
En este contexto global, el profesional llega a la conclusión de que la normativa responde a intereses geopolíticos y económicos por sobre las preocupaciones ambientales; que el objetivo en realidad es limitar el desarrollo agrícola de América.