La compactación del suelo tiene numerosos efectos negativos en la productividad de los cultivos, reduce la capacidad del suelo para retener agua, lo que puede llevar a la sequía de las plantas. Además, limita la penetración de las raíces, lo que dificulta la absorción de nutrientes y agua, lo que puede resultar en una nutrición deficiente de las plantas. Esto a su vez puede afectar el rendimiento y reducir la calidad de los productos agrícolas.

En Paraguay, este es un problema común en muchas áreas agrícolas, con consecuencias negativas para la productividad. En ese sentido, el Asesor Técnico de Desarrollo de la Región Norte de la empresa Emprendimientos Comerciales y Productivos (ECOP), Hugo Mendoza, explicó a Valor Agrícola sobre la importancia de realizar un análisis físico, químico y biológico del suelo para apuntar a herramientas acorde a las necesidades de cada campo, una formulación que realmente se pueda aprovechar al máximo y por sobre todo, que le permita tener un retorno económico positivo teniendo en cuenta los precios de los fertilizantes que actualmente representa un alto porcentaje del costo de producción.

“Básicamente trabajamos en todo el país, ya sea en la Región Oriental y todo lo que es el Chaco. Entonces, en las recorridas uno ve que las parcelas presentan muchos problemas de compactación, principalmente en el crecimiento radicular, por ello el manejo físico, químico y biológico del suelo compactado es fundamental para mejorar la actividad agrícola”, indicó.

Mendoza, señaló que es importante trabajar en la aireación para que la planta pueda tener un crecimiento radicular más vertical, que le permitirá aguantar periodos de estrés por sequía por más tiempo, sin estar disminuyendo su rendimiento.

Dijo, que uno puede aplicarle todas las cantidades de fertilizantes que necesita el suelo, pero si este no está en condiciones de aprovechar esos nutrientes, ya sea por acidez o por compactación, al final no se está siendo efectivo con la aplicación.

“Este problema está presente en las distintas regiones. Hay productores que ya están haciendo ese trabajo de airear el suelo, una práctica importante para mejorar su estructura, y están teniendo buenos resultados, principalmente en la zona norte donde tuvimos disparidad de lluvias”, indicó.

Añadió que, “el mensaje y la recomendación siempre es partir de un análisis de suelo, ver las necesidades nutricionales para una buena elección del fertilizante a usar y además tener en cuenta que el manejo debe ser completo para poder tener un retorno positivo en materia productiva y económica”.