Uno de los ejes principales para lograr una alta productividad en diversos cultivos es el manejo de la fertilidad física del suelo. Esta cuestión fue uno de los temas abordados en el 1er Simposio Internacional de Agricultura, en donde muchos agricultores fueron testigos de la importancia de medir las propiedades físicas del suelo teniendo a la compactación como uno de los principales procesos de su degradación.
El socio gerente de FFBC Agrounión, Dr. Federico Barreto, fue el encargado de disertar sobre “Principio y aplicaciones del manejo de la fertilidad física del suelo (Compactación)”, haciendo énfasis en que este último produce diversas alteraciones, tales como un incremento de la densidad aparente del suelo, con un empaquetamiento de las partículas más densa y una disminución de la porosidad, especialmente de la macroporosidad.
En esa línea, Barreto explicó que además, incrementa la resistencia del suelo, afecta y reduce el volumen de suelo explorado por las raíces y por ultimo y no menos importante reduce y altera la eficiencia del uso del agua y nutrientes.
“Estamos hablando de que la compactación puede tener una consecuencia en la disminución del rendimiento o potencial genético de cualquier planta entre 40 y 60% menos, lo cual es una locura desde el punto de vista de rendimiento y producción de granos. Entonces, el crecimiento y metabolismo de las plantas, son directamente afectadas y evidentemente, son muy sensibles a la compactación de suelo”, puntualizó el Dr.Ingeniero Agrónomo..
En ese aspecto, sostuvo que, para manejar dicha problemática, es necesario realizar un buen diagnóstico de la situación y determinar el nivel de compactación y en que profundidad de suelo se encuentra la camada más compactada o critica por así decirlo, consecuentemente definir así cuál es el manejo más adecuado para cada caso, en la que se tienen dos opciones una; seria la descompactación mecánica (escarificador o subsolador), ver cuándo y cómo hacer, y la otra alternativa dependiendo del caso se puede y se debe hacer esa descompactación de forma biológica mediante el uso de plantas de cobertura que presenten sistemas radiculares agresivos.
Como punto a tener en cuenta, mencionó que no se debe olvidar que la descompactación mecánica “altera la naturaleza física de la estructura del suelo dependiendo de cómo se realiza”, pero con un buen diagnóstico del caso y con criterios técnicos bien definidos todo se puede hacer sin muchas alteraciones, argumentando que en algunos casos, los productores realizan esta operación sin muchos criterios técnicos y el suelo queda incluso peor de lo que estaba.
Agregó que la otra opción es realizar un buen manejo de suelo en el que se puede mejorar la estructuración del suelo para la prevención y tratamiento de la compactación, aumentando el contenido la materia orgánica del suelo, para bioestructurar y bioactivar el suelo, utilizando los Principios del Sistema de Siembra Directa (el no revolvimiento del suelo, cobertura permanente, rotación de cultivo, utilización de abonos verdes, etc.
Sobre el punto, el Dr. Barreto dijo que será de vital importancia saber bien cuándo y cómo realizar este trabajo, afirmando que muchos se cuestionan cuánto tiempo dura el efecto positivo de esa compactación. A lo que agregó que “dependerá mucho de las condiciones de textura, estructura, materia orgánica y el tipo o manejó de suelo que tenga el productor
Finalmente, afirmó que de ahí en adelante se puede llegar a tener incrementos muy significativos en el rendimiento de los cultivos. “Por dar un ejemplo, con un productor donde se pudo hacer una buena descompactación o mejor dicho una buena aireación del suelo, aumentando la macroporosidad a más de 10%, donde llegamos a obtener un aumento de 1.100 kilos de soja a más por hectárea solo con la descompactación o aireación del suelo.
