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Argentina: proyectan una reducción del área de trigo para la campaña 2022/23

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Argentina: proyectan una reducción del área de trigo para la campaña 2022/23

Foto: Archivo

A pocas semanas del inicio de la nueva campaña productiva, se proyecta una superficie de siembra de trigo de 6.500.000 de hectáreas, lo que indica una reducción de 200.000 hectáreas en comparación con la campaña anterior, según el informe de pre-campaña publicado ayer en el Panorama Agrícola Semanal (PAS) la Bolsa de Cereales de Argentina.

La actual proyección, a pesar de que refleja una caída interanual del 3%, ubica el área que se destinaría al principal cereal de invierno por encima del promedio de siembra de las últimas cinco campañas (2017/2022: 6.300.000 hectáreas).

De concretarse la previsión, Argentina se encontraría frente a la cuarta mayor superficie implantada en 23 campañas. No obstante, este escenario permanece sujeto a la evolución de las condiciones climáticas durante la ventana de siembra.

El próximo 12 de mayo se realizará el lanzamiento de la Campaña Fina de la Bolsa de Cereales en el marco del Congreso A Todo Trigo, donde se complementará el análisis con las estimaciones de producción, exportaciones y producto bruto para los cereales de invierno, trigo y cebada.

Factores que explicarían estas perspectivas

Durante el relevamiento de la intensión de siembra, se identificaron una serie de factores que explicarían la caída interanual del área destinada al trigo para este nuevo periodo. Entre ellos se destaca un escenario climático global en transición de “La Niña Débil” hacia un “Neutral Frío”. Los elevados costos de insumos claves para el paquete tecnológico aplicado al cultivo. Dificultades para el abastecimiento de fertilizantes y combustibles.

También las políticas de derechos de exportación y restricciones comerciales que impactan sobre los precios recibidos y el normal funcionamiento de los mercados. Las expectativas de nuevos cambios en estas políticas y mayores restricciones.

El informe de la Bolsa de cereales señala que hay una mayor intención de siembra de cebada, principal competidor de trigo sobre el extremo sur de la región agrícola. Esta intensión estaría traccionada por los mayores precios de la cebada, las ventajas que tiene el cereal para los planteos de soja de segunda, y las menores expectativas de intención sobre el cultivo a través de políticas públicas.