La soja consolida su lugar como el cultivo más importante del Chaco paraguayo, y los resultados de la Red de Ensayos de Evaluación de la Fundación IDEAGRO (REEI) para la campaña 2025/2026 así lo confirman. Nueve localidades fueron parte del estudio, donde se evaluaron 16 variedades de soja con el objetivo de determinar su adaptabilidad y productividad en distintas condiciones ambientales.
El ambiente resultó ser el factor más determinante en el rendimiento de los cultivos, explicando un 72,8% de la variación total. Le siguieron la interacción entre variedad y ambiente (9,9%) y, por último, la genética de la variedad en sí (4,8%).
Neuland se posicionó como la zona de mayor productividad, con un rendimiento promedio de 3.507 kg/ha, seguido por Calé con 3.242 kg/ha. En contraste, El Cambisol presentó el rendimiento más bajo, con apenas 1.086 kg/ha.
A nivel varietal, la NS 6433 I2X fue la más productiva, alcanzando un promedio de 2.626 kg/ha, mientras que la AV MAMBA RR1 cerró la lista con 1.831 kg/ha.
El informe reafirma que el éxito en la producción de soja en el Chaco depende más del ambiente que del genotipo, y que es crucial adaptar las decisiones de siembra a cada zona específica. La REEI se consolida como una herramienta clave para orientar al productor hacia elecciones más rentables y sostenibles en esta región en pleno desarrollo agrícola.