En un contexto internacional marcado por una creciente producción global de soja, particularmente en países como Brasil, que continúa expandiendo agresivamente su capacidad agrícola, Paraguay se prepara para dar inicio a un nuevo ciclo productivo.
Si bien la demanda mundial del grano sigue en aumento, el ritmo de crecimiento del consumo no acompaña proporcionalmente a la oferta, lo que impone una presión constante sobre los precios y la rentabilidad del productor. En este sentido, el presidente de la APS, Lindemar Cesca, recomienda a los agricultores paraguayos adoptar mecanismos de cobertura financiera para mitigar los riesgos del mercado: “Podemos optar por herramientas que tenemos en el mercado de compra y venta de grano y protegernos”, indicó.
Además, el dirigente advirtió que los conflictos internacionales también inciden directamente en los costos de producción, especialmente en el precio de los insumos agrícolas, por lo que llamó a estar atentos a estas dinámicas externas que afectan la competitividad local.
Pese a este panorama desafiante, las perspectivas para la campaña paraguaya son optimistas. “El productor está más preparado que antes”, afirmó Cesca en una entrevista con Valor Agro. Añadió que existen buenas proyecciones de rendimiento, con la posibilidad de superar los 10 a 11 millones de toneladas que se han manejado en años anteriores, cifras que no fueron alcanzadas en parte debido a eventos climáticos extremos.