El sector arrocero comenzó con la siembra de la nueva zafra 2025/2026, mientras aún queda un stock importante de arroz en el mercado que se espera comercializar hacia finales de este año y principios del próximo. Si bien los precios han retrocedido respecto a niveles anteriores, se consideran estables y acordes al escenario actual.
En diálogo con Valor Agro, el especialista Christian Heisecke destacó el impacto de los factores climáticos, apuntando a la posible influencia positiva del fenómeno climático La Niña. “Para este año se espera una Niña moderada, lo que indicaría que se podría esperar una muy buena producción”, señaló.
“Siempre en los años que hay Niña, y si es moderada, mejor, tenemos mayor cantidad de radiación solar, de fotoperiodo, y eso hace que se espere una buena cosecha, a no ser que aparezca un evento climático que complique esto”, alegó.
Sin embargo, reconoció que el invierno lluvioso dificultó la preparación de los campos, y las lluvias persistentes durante el inicio del período de siembra están complicando el avance normal de las labores.
“Ahora que estamos en época de empezar a sembrar, que normalmente suele ser una época seca que permite un gran avance, estamos con lluvias en forma constante, lo que hace que el suelo no esté en condiciones para ir a la velocidad de siembra que normalmente se hace en los meses de agosto y comienzos de septiembre”, explicó.
A pesar de estas complicaciones iniciales, Heisecke se mostró optimista. “Eso podría llegar a complicar un poco, pero seguramente se va a ir regulando en el tiempo. Se espera una buena zafra”, indicó.
Mercado y precios. En cuanto a la situación comercial, subrayó que el mercado mundial experimentó una baja en los precios del arroz, aunque dentro de parámetros razonables.
“A nivel mundial los precios bajaron, tal vez poco por debajo de lo que estaba esperado, pero más acorde a la realidad arrocera. Anteriormente teníamos unos precios muy elevados y coyunturales”, remarcó.
Respecto al mercado regional, apuntó que el panorama podría mejorar levemente.
“Lo que también se está viendo ahora es que los precios del arroz en Brasil podrían subir un poco, y eso hace que se pueda comercializar un poco mejor estos saldos que tenemos todavía en nuestro territorio”, manifestó.
Rendimientos y diversificación. En cuanto a los rendimientos de la última campaña, destacó que los productores tecnificados lograron promedios muy cercanos a los 9.000 kilos por hectárea. No obstante, recordó que la producción siempre está sujeta a las variaciones del clima:
“Siempre hay que estar atentos al clima porque todos los años tenemos algún tipo de evento climático: exceso de calor, falta o exceso de agua, falta de radiación solar, entre otros”.
Finalmente, hizo énfasis en que el buen rendimiento también debe ir acompañado de precios que justifiquen la inversión del productor.
“Se esperan buenos rendimientos, pero eso siempre tiene que estar acorde también al precio de venta. Y eso debería subir un poco más para que el productor esté con números positivos y desee seguir haciendo un excelente trabajo”, dijo.
En línea con una visión de sustentabilidad y productividad a largo plazo, valoró también el esfuerzo de muchos productores por diversificar cultivos.
“Cada vez más los productores están tratando de diversificar el cultivo dentro de su área para poder tener un campo productivo, ya que, si no sería un monocultivo, y el monocultivo no lleva en el largo plazo a buenos resultados”, puntualizó.