La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría desencadenar cambios en el comercio agrícola, generando un escenario de incertidumbre y volatilidad. En este contexto, el analista internacional del mercado de granos, Federico Morixe, señaló que esto podría influir en la reducción de las primas de productos de los Sudamérica volviéndose más negativas.
El analista señaló que “lo único que alimenta al mercado es generar más volatilidad e incertidumbre” siendo los factores que inciden en si el precio va a subir o bajar.
Agregó que el tema clave es cuando se alinean los factores alcistas y bajistas todos al mismo tiempo, y destacó que existe mucha incertidumbre en este entorno. “Por suerte, el mercado se está recuperando, como veníamos viendo desde hace meses o incluso un año, cuando la gran producción mundial estaba haciendo bajar los precios. Ahora vemos que comienza a subir de repente, pero el factor fundamental sigue siendo la oferta y demanda, principalmente por el lado de la producción, que continúa impactando y señalando los precios hacia la baja”, detalló.
No obstante, mencionó que el anuncio de Trump sobre la subida de aranceles podría propiciar que China compre productos agrícolas a Estados Unidos, lo que generaría un mercado alcista y comenzaría a hacer subir los precios.
Indicó que, si China compra a Estados Unidos y deja de adquirir productos en Sudamérica, se verá si Chicago sube. Entre tanto, las primas de Sudamérica podrían irse a negativo.
“Si estaban en -5, se irán a -20 o -30, porque China se enfocará en ese mercado. Esto se irá viendo semanalmente, según quién logre alinearse mejor con Trump y evitar que suban los aranceles”, explicó.
También se refirió a los aranceles impuestos a México y Canadá, lo que genera bloqueos en el comercio de aceites de canola de Canadá a Estados Unidos, afectando también lo que la nación mexicana compra de Estados Unidos, lo que aumenta la incertidumbre y la volatilidad en el mercado.
Añadió que el corte de etanol y los biocombustibles también generarán movimientos. Además, observa que el petróleo está cayendo, lo que tendrá que ajustarse. Por lo tanto, será un año de muchos vaivenes, con noticias que afectarán cuestiones estructurales del sistema de aranceles en Estados Unidos, lo cual incidirá en el precio de la soja, la harina, el aceite, el maíz y el trigo.
“Hay que aprovechar si la tendencia es baja. Cada uno de estos movimientos alcistas es una buena señal para que el productor lo aproveche. Se observa que el productor estadounidense está aprovechando esta subida de precios. Entonces, Sudamérica debería estar mirando en la misma dirección”, señaló.
Destacó que, en su período presidencial anterior, no alteró tanto el comercio; se frenó la exportación de soja de Estados Unidos a China, y la nación asiática dejó de comprar automáticamente, ya que uno no vende si el comprador no quiere, lo que ocasionó una baja en los precios. Sin embargo, en ese momento, eran más amenazas que hechos, y China dejó de comprar.
Añadió: “Ahora, con la mayoría, Trump puede mover los aranceles y las exigencias. El tema es qué pasará mañana si China deja de comprar en Estados Unidos. El stock aumentará en Estados Unidos, los productores sembrarán más soja y maíz, pero no pueden Cambiar de cultivo de un año para otro Habrá un excedente de aceite, que se transformará en biodiésel, ya Trump no le gustan las energías renovables, por lo que habrá una discusión hasta fin de año”.
Cree que será un año de muchos altibajos, tanto en precios como en movimientos políticos, lo que generará oportunidades tanto para compradores como para vendedores.
En cuanto a la situación actual del mercado, indicó que se está en plena cosecha en Sudamérica, lo que normalmente trae una baja en los precios debido a la presión de cosecha. Además, Brasil producirá y exportará entre 165 millones de toneladas como mínimo, y posiblemente hasta 172 o 173 millones.
Acotó que, si Brasil logra superar los 170 millones de toneladas de soja, esto moverá las bases en Sudamérica hacia abajo, ya que todos preferirán comprar en Brasil, que venderá a precios más bajos. En ese caso, las bases, que estaban en -5 o -10, podrían llegar a -30 o -40, ya que los compradores preferirán comprar a la nación brasileña, al ser más accesible y tiene más volumen.
“Van a buscar la mayor cantidad y el tipo de cambio más favorable. También hay que ver cómo incide la presión de cosecha en Brasil y los almacenajes, ya que esto provocará movimientos tanto entre los oferentes como los demandantes”, apuntó.
Sobre las expectativas de precio, dijo que será “un juego día a día”, por lo que tanto los productores como los consumidores finales deben aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado. Si tienen márgenes positivos, “no deben arriesgarse” si el clima es seco y se prevé sequía. Lo más prudente será asegurar márgenes y minimizar los riesgos.