El consultor agrícola y director de SGA, Marcos Kain en contacto con Valor Agregado en Radio Asunción 1250 AM valuó la zafra y resaltó que, pese a no ser espectacular en la región occidental, las condiciones agronómicas en el Chaco Central han sido favorables a partir de fines de septiembre y octubre en varias zonas del Chaco Central.

Indicó que el avance de la siembra, salvo en algunas colonias, es muy bueno. El algodón prácticamente alcanzó el 100% del área sembrada, la soja llegó al 85%, y ahora, con las precipitaciones de estos días que traen alivio y bajan las temperaturas, se espera culminar con el 100% del área planificada, algo que el año pasado no se logró.

“Entonces creo que es muy bueno. El avance fenológico de los cultivos en general es positivo, aunque con la presencia normal de algunos insectos en la soja y la aparición de chicharrita en el maíz, por lo que hay que estar en alerta”, contó.

En el caso de la soja en el Chaco, mencionó que en enero se cerraron los lotes de siembra. Además, indicó que el área destinada a soja para 2025 disminuyó un 23%, en especial en Boquerón, probablemente como efecto del año anterior. Esta reducción se vio reflejada en un incremento del 11% en el área de algodón.

En cuanto al algodón, en general está en muy buenas condiciones; Espera que se  tenga buenas precipitaciones durante la época de llenado de grano en la soja para lograr un buen cierre de campaña.

Señaló que “la pérdida del año pasado fue grande”. Explicó que, en el caso de la soja, hubo lotes donde se inició la cosecha, pero no se pudo completar. “Se pagaba la cosecha y el flete, pero la calidad era tan mala que el descuento en puerto no justificaba cosechar. Se hizo una inversión de US$ 380 por hectárea, que quedó en el campo”, apuntó.

En cuanto al punto de equilibrio de la soja este año, mencionó que, en campos alquilados, se encuentra en aproximadamente 1.600 kilos por hectárea, o 1.700 kilos dependiendo de cuándo se vende y cómo se estructura el precio promedio ponderado de venta. En campos propios, el punto de equilibrio es de 1.300 kilos por hectárea. La meta presupuestada es alcanzar los 2.000 kilos.

“Se puede sacar más, claro. Ha habido años de hasta 4.000 kilos por hectárea, pero prefiero ver el vaso medio lleno. Trabajo con presupuestos que no dirían conservadores, pero sí lógicos”, sostuvo

Además dijo que es prematuro establecer un porcentaje sobre el total de los resultados de la cosecha de soja. Sin embargo, reconoció que hay zonas afectadas, como Canindeyú y San Pedro, donde los costos de flete y las inversiones futuras en corrección de suelo impactan significativamente.

En el caso del algodón, mencionó que se cosechó un promedio de 1.200 kilos por hectárea, pero al llevarlo a la desmotadora y considerando los costos de flete y cosecha, quedaron solo 900 kilos de algodón utilizables.

“Fue un golpe financiero muy duro. El productor tiene que afrontar esas dificultades, y muchas veces se complica, pero este año viene mejor. Esperamos que los precios acompañen. Si bien la fibra de algodón para 2025 está al mismo precio que el año pasado, cuando hicimos el presupuesto del año anterior, el precio era muy bueno y la rentabilidad era alta; hoy ya no lo es tanto”, explicó.

Según Kain el productor elige la rusticidad, pero muchas veces no considera el aspecto financiero. El algodón es rústico, sí, pero su costo es de US$ 900 por hectárea en un ciclo productivo de un año, mientras que la soja cuesta entre US$ 450 y 460 s en un ciclo de seis meses, lo que permite sembrar dos hectáreas de soja en el mismo período en el que se produce una de algodón.

Y agregó: “Si miro desde el punto de vista financiero, el algodón no es atractivo. Es rústico, sí, y estable en el sistema chaqueño, pero el productor debe evaluar los números, aunque muchos no lo hacen. Esa es la realidad de muchos agricultores”.

En lo que respecta a la agricultura en San Pedro, señaló que los resultados son muy variables y heterogéneos. “Lamentablemente, no se han registrado precipitaciones abundantes, por lo que algunos productores apenas están cubriendo costos, mientras que otros, debido a los altos costos del punto de equilibrio, las correcciones de suelo y otros factores, están perdiendo otra campaña más”, subrayó .

Añadió que en San Pedro se observan resultados dispares: en ciertas zonas hay buenos rendimientos, mientras que en otras no se alcanza el punto de equilibrio.