Proponer un modelo que transforme la soja en productos de mayor valor agregado beneficiaría tanto a la industria local como a la economía del país diversificando las oportunidades de exportación. En conversación con Valor Agrícola el presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), Antonio Iati, habló sobre la situación de la soja en Paraguay resaltando la necesidad urgente de impulsar la industrialización local y mejorar la competitividad del sector.
Indicó que es fundamental industrializar toda la soja del país para impulsar el desarrollo de la industria local, que demanda tanto proteínas como productos para la industria de biodiéseles. “Tenemos problemas de competitividad, las condiciones que tiene hoy Paraguay para industrializar, no son las mejores, de tal manera que hemos caído en cuanto a nivel de inversión y tenemos alta capacidad ociosa”, expresó.
Sostuvo que, al hacerlo, no solo aumentaremos nuestra competitividad, sino que también podremos acceder a mercados internacionales, lo que nos permitirá contar con un mayor poder de negociación. “Esto asegurará que nuestros productos sean atractivos en todo el mundo. Esa es la clave para Paraguay, no caer en las necesidades de exportar exclusivamente a Argentina”, subrayó.
Iati dijo que, este año es un claro reflejo de nuestro problema ya que tuvimos casi un récord en la producción de soja, mientras que la capacidad ociosa en nuestras plantas también es récord. “Nuestras plantas están parando porque el incentivo actual es exportar la soja en estado natural”, alegó.
Manifestó que, debe restablecer las condiciones de competitividad que se han perdido en los últimos años, lo cual no es atribuible exclusivamente a las decisiones de este gobierno. Señaló que es un desafío complejo que requiere un entendimiento profundo de la problemática de la industria y una visión a mediano plazo.
“No podemos ser la única industria en el país que no reciba la devolución del IVA que se paga por la soja, ya que esto se convierte en un costo muy elevado que afecta nuestra competitividad. Es evidente que esto representa una fuente de ingresos para el Estado”, explicó.
En este sentido, argumentó que debemos encontrar la manera de que el Estado comprenda que una mayor industrialización resultará en precios más altos, mayores divisas y más oportunidades de generar ingresos tributarios a través del Impuesto a la Renta.
Por otro lado, señaló la necesidad de equilibrar una política activa que no permita la captura exclusiva de nuestra soja, y que también podamos acceder a la soja de nuestros vecinos. “Argentina se lleva el 70% y Brasil casi 800.000 toneladas este año. Es crucial implementar políticas que faciliten que más soja permanezca en el país, lo que nos permitirá industrializar más. Este es el modelo que queremos promover, y lo hemos estado planteando ante los sucesivos gobiernos”, concluyó.