La sequía que aprieta a todo el campo uruguayo, que desde hace varios meses fue declarado en emergencia agropecuaria por déficit hídrico, está provocando duras consecuencias a la zafra 2022/23.

El agricultor Rino Mazzilli explicó en Valor Agregado de Uruguay que la situación de los cultivos de verano es muy complicada y que están todos “muy comprometidos”.

Hizo referencia a que los maíces de primera están, prácticamente, todos para cosechar; y que desconoce lo que pueda pasar con las sojas, tanto la de primera como la de segunda. “Están todas florecidas, no es que vaya a abortar, sino que veo que la plata está muy comprometida. En la estructura de la planta se secan las hojas de abajo y los desarrollos están detenidos. El panorama es tétrico, es horrible. Los rendimientos van a ser muy magros”, lamentó.

A modo de referencia, recordó que en 2018, cuando sucedió una seca muy grande, se obtuvieron 700 kilos: “”i en dos semanas seguimos así, acá será menos que lo de 2018”.

Para el invierno, explicó que la reserva de agua en el suelo “no existe”.

“Cuando la cuenta del verano sale muy mal se planta colza y trigo hasta en las macetas, siempre y cuando el tiempo acompañe y se neutralicen las cosas. Está grave, esa es la apreciación personal”, comentó.

Por otro lado, explicó que los puentes verdes “se acabaron” el año pasado y que, con este escenario, “va a ser igual”.

“Va a ser un año duro, también para la ganadería. Estamos complicados de todos lados. La del ‘89 fue una seca importante, pero yo nunca había visto cortarse los arroyos de casa. Ya no se habla de tajamares que se secaron, hablamos de afluentes importantes. Están muy bajos o cortados. La alimentación solucionamos, pero el agua no”; cerró.