Laura Meza | Valor Agrícola

Aunque los agricultores puedan tener acceso a capital, a menudo enfrentan dificultades para equilibrar sus cuentas a fin de año. Es decir, pueden pagar deudas, pero no siempre les queda dinero adicional. Por ello, es crucial realizar un costeo detallado para calcular con precisión la cantidad de soja que se debe cosechar para cubrir los costos, especialmente con el precio actual de US$ 300 por tonelada, según indicó Roberson Almeida, productor de soja en Los Cedrales, Alto Paraná, y directivo de Fazenda Almeida.

Sostuvo que para lo que fue la campaña 23/24 su costo por hectárea llegó a aproximadamente los US$ 900. “Dado el precio actual de la soja, se necesita cosechar al menos 3.000 kilos por hectárea para cubrir estos costos”, señaló.

Almeida también destacó que utilizan exclusivamente semillas certificadas, lo que implica un costo elevado. Según subrayó, el costo de una semilla certificada, dependiendo de la biotecnología, ronda los US$ 75 por hectárea.

Comentó que es probable que la mayoría de los agricultores reduzcan sus inversiones, aunque si las condiciones son favorables, podrían seguir apostando al cultivo. “Si el clima no acompaña, ni nosotros invertiremos tanto en la soja”, expresó.

Alegó que las variedades de soja han mejorado significativamente, volviéndose más resistentes con el tiempo. Sin embargo, consideró que uno de los secretos para una producción exitosa es el uso de abonos verdes.

“La agricultura regenerativa sería el camino”, manifestó. Explicó que sembrar cultivos verdes en invierno puede proporcionar una excelente cobertura del suelo, crucial para mantenerlo saludable y en buenas condiciones para la siembra en verano.

En relación con la cotización del dólar, sostuvo que las empresas ya han adquirido los insumos para la campaña actual, por lo que es probable que los precios se mantengan estables durante esta zafra. “No creo que los precios se disparen”, afirmó.

Además, explicó que los precios de los insumos también están influenciados por los de la soja. “Con la soja a 300 US$/tn, no se lograrán comercializar si estos están muy elevados”, apuntó, indicando que esta variable tiene un impacto directo en los costos y en los precios de los insumos agrícolas.