A pesar de que la agricultura nacional esté mostrando niveles de recuperación y con proyecciones de una buena cosecha, desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) sostienen que el volumen a moler no superará las 3 millones de toneladas, cifra muy por debajo de la capacidad instalada de 4,2 millones que se tiene en el país.

El presidente del gremio, Enrique Ohaco, apuntó que el año inicia con buenas estimaciones para la producción, pero que la misma está marcada por el retraso en el inicio de la cosecha, y agregó: “Este escenario está impactando negativamente a las fábricas, porque cada día de molienda que pasa sin que llegue la materia prima, después ya no se recuperan”, precisó en una entrevista con Valor Agrícola.

Sobre el punto, explicó que en estas primeras semanas de marzo se van a definir muchos resultados por las demoras de cosecha que se tuvo por lluvias en la región Oriental, pero ante ese escenario, “las máquinas de las fábricas tienen una capacidad de molienda diaria, por lo tanto, cada día que pasan sin moler, no puede redoblar el trabajo de molienda al día siguiente”.

Además, Ohaco resaltó que cada año, normalmente el arribo de camiones a las fábricas ya se daba en fechas 15 de enero; pero en este año en particular, recién en la quincena de febrero se dio el arribo de los camiones, y en esos 30 días de retraso una fábrica pierde mucho la utilización de su infraestructura.

Ante la situación, el líder gremial indicó que será necesario que para el siguiente periodo gubernamental se implemente una medida legislativa para que Paraguay pueda traer soja originada en países de la región y que sean molidas en las industrias nacionales, de tal manera a lograr que el valor agregado se de en Paraguay y así establecer un esquema muy positivo para las fábricas.

Finalmente, el Presidente de la Cappro afirmó que para este año, las estimaciones de producción de soja rondan poco más arriba de las 9 millones de toneladas entre zafra y zafriña, volúmen muy superior a lo que se consiguió el año pasado, en donde se tuvo un quiebre de cosecha que casi generó un 40% de pérdidas en producción.