El Diálogo Internacional de Productores de Oleaginosas (International Oilseed Producer Dialogue, IOPD) que tuvo lugar en Wismar, Alemania, los días 17 y 18 de junio, reunió a productores de todo el mundo para abordar problemas y buscar soluciones comunes. Uno de los principales temas de discusión fue el Reglamento UE 1115, el cual afecta significativamente a los productores de oleaginosas a nivel global. En este evento, la Cámara Paraguaya de Productores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y la Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales (APS) representaron los intereses de Paraguay.
Eno Michels, directivo de la Asociación Paraguaya de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales del Paraguay (APS), mencionó a Valor Agrícola que en representación de Paraguay expresaron su preocupación sobre las nuevas exigencias ya que plantea desafíos importantes para los productores, tanto en Europa como en otras regiones del mundo. Señaló que anticipan dificultades significativas en la certificación de la producción de soja para el mercado europeo.
“El representante de la Unión Europea dejó claro que el Reglamento 1115 será implementado como está previsto, aunque podría haber algún retraso en su entrada en vigencia. Se enfatizó que no habrá marcha atrás en la decisión de aplicar estas normativas a partir de enero de 2025”, indicó
En un tono más optimista, Michels mencionó la posibilidad de certificar la producción de la región oriental de Paraguay, que está libre de deforestación desde 2004, con el apoyo del gobierno. “Esto indica un esfuerzo por parte de los productores y las autoridades para cumplir con los requisitos establecidos y garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola en la región”, subrayó.
“Las exigencias del reglamento pueden ser demasiado complejas y costosas de implementar para los productores paraguayos. Necesitamos encontrar soluciones prácticas y viables que no comprometan la competitividad y sostenibilidad de la industria agrícola local”, apuntó.
Critica que frecuentemente estas decisiones se toman sin la participación adecuada del sector productivo, lo cual genera incertidumbre y desafíos adicionales en términos de control, seguimiento y aplicación legal de las regulaciones. “Incluso ellos no tienen claro cómo se aplicarán estas normativas en Europa”, remarcó.
Michels también mencionó la preocupación compartida sobre los aspectos de control, seguimiento y la incertidumbre sobre cómo se aplicará la normativa en la práctica, señalando específicamente la falta de claridad sobre quién será el árbitro para determinar la conformidad con estas normativas, lo cual es crucial para los productores que deben cumplir con estándares exigentes.
Destacó que enviarán un comunicado a los gobiernos respectivos expresando estas preocupaciones y buscando transmitir la dificultad que representa para los productores cumplir con estos estándares.
El Diálogo Internacional de Productores de Oleaginosas (IOPD) incluye a diversas asociaciones y gremios de varios países, lo que subraya la importancia del evento como plataforma para abordar los desafíos comunes y buscar soluciones colaborativas en la industria de las oleaginosas a nivel global.