El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), presentó su nuevo informe mensual de oferta y demanda con datos que sorprendieron todas las expectativas del mercado.
Las existencias finales de soja de Estados Unidos se estimaron en 10,34 millones de toneladas, frente a 12,8 millones en el boletín de diciembre. El USDA también apuntó a una reducción de la producción norteamericana de oleaginosas de 121,42 a 118,84 millones de toneladas, manteniendo las exportaciones en 49,67 millones y la molienda en 68,7 millones. Como resultado, los mercados se dispararon en la Bolsa de Valores de Chicago y los futuros de soja y maíz subieron más de un 3% el viernes por la tarde.
La producción mundial de soja también se corrigió a la baja y pasó de 427,14 a 424,26 millones de toneladas, rebajando los stocks finales de 131,87 a 128,37 millones de toneladas.
En cuanto al maíz estadounidense también redujo de 384,64 a 377,63 millones de toneladas su cálculo sobre el volumen de la producción de maíz, contra los 383,43 millones de toneladas previstos en promedio por los privados, que manejaron un rango factible que fue de 380,13 a 385,92 millones de toneladas. Esto ocurrió por la reducción de 114,92 a 112,54 quintales por hectárea del rinde promedio, que le restó relevancia al mínimo incremento del área que llegó a la cosecha, que pasó de 33,47 a 33,55 millones de hectáreas.
Del lado de la demanda global de maíz, el USDA sostuvo en 24,50 millones de toneladas las importaciones de México y en 19,50 millones las compras de la Unión Europea, pero volvió a ajustar las importaciones de China, en esta ocasión, de 14 a 13 millones de toneladas, un volumen que resulta muy inferior a los 23,41 millones de la campaña anterior. El organismo también hizo un ajuste menor para la demanda de Japón, de 15,50 a 15,30 millones de toneladas.