A medida que se aproxima septiembre, la comunidad agrícola debe prepararse para enfrentar los desafíos derivados del déficit de precipitaciones. Ajustar las fechas de siembra y planificar con base en las proyecciones regionales serán estrategias esenciales para asegurar la salud y el rendimiento de los cultivos, de acuerdo al Boletín del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio).
Según las proyecciones actualizadas de los modelos climáticos, se estima inicialmente que el mes de septiembre experimentará una tendencia significativa de déficit de precipitaciones que abarcará todo el territorio nacional.
“Es esencial destacar que estas condiciones serán ventajosas para la maduración de los cultivos de invierno; sin embargo, por otro lado, activan condiciones de riesgo potencial que podrían comprometer el inicio de la siembra de los cultivos de zafra”, destaca el reporte.
En este sentido, indica que es fundamental considerar un ajuste adecuado de las fechas de siembra. Se recomienda que los productores agrícolas evalúen la posibilidad de ajustar las fechas de siembra, buscando aprovechar de manera óptima las precipitaciones que puedan ocurrir durante el período.
Teniendo en cuenta que la distribución de las lluvias a lo largo de nuestro territorio no es homogéneo, se presenta la proyección de la distribución de la precipitación regionalizado en áreas de producción, correspondiente al mes de septiembre del 2024, y de esta manera realizar un análisis por zonas de interés