En líneas generales, los cultivos de soja en el Chaco se encuentran en muy buenas condiciones, salvo algunas excepciones puntuales en zonas donde la siembra se realizó a inicios de diciembre. Estas parcelas hoy están comprometidas en cuanto a sus rendimientos.
Según comentó a Valor Agrícola Marcos Kain, director de SGA y vicepresidente de la Asociación de Productores Agropecuarios para un Chaco Sustentable (APACS), los cultivos sembrados en enero y parte de febrero presentan un estado fenológico muy bueno. “Tuvimos temperaturas más bajas que el año pasado y la distribución de las precipitaciones fue mucho mejor, aunque en los últimos 20 días, en algunos lugares, tuvimos exceso de precipitación con anegamiento de algunos lotes”, detalló.
Kain sostuvo que hay muy pocos lotes que están por comenzar a cosecharse o que ya fueron cosechados. “Te diría que no es ni el 5% del área total. Son los lotes que se ven afectados por la fecha de siembra”, explicó.
Si las condiciones son propicias, en estos días se comenzarían a cosechar los primeros lotes. Sin embargo, desde hace varios días el cielo permanece cubierto, con lluvias cada 3 a 4 días, lo que impide en muchos casos ingresar a los campos con maquinaria agrícola.
“No hay pisos para entrar con cosechadora o pulverizadora para realizar labores como aplicación de fungicidas o insecticidas. No hay caminos para transitar, y eso dificulta muchas veces la operación logística”, describió.
En ese sentido, explicó que las aplicaciones se vienen realizando con drones en las zonas más afectadas por las lluvias, lo que ha permitido avanzar en las labores para combatir las plagas y enfermedades de fin de ciclo.
“Sin duda que la esperanza de este año la tenemos puesta en tener una buena zafra, en poder cubrir nuestros costos de este año, en tener una renta, y esa renta que ayude muchas veces a hacer frente a deudas anteriores que viene arrastrando el productor por el quebranto que tuvimos el año anterior”, expresó.
“Poder cosechar, pagar costos corrientes de esta zafra y hacer frente a deudas anteriores, te diría que es una bendición que podemos tener los productores chaqueños”, manifestó.
En cuanto al avance en productividad en la región, sostuvo que cada año surge alguna tecnología nueva que permite mejorar la eficiencia. Además, remarcó que el manejo sigue siendo un pilar fundamental, especialmente en el Chaco.
“El manejo que le dé el productor es clave, porque estamos en un ambiente sumamente rico en cuanto a macro y micronutrientes, pero sumamente frágil y esa fragilidad puede hacer quebrar el sistema el mismo productor por mal manejo”, subrayó.
Indicó que existen variables que permiten mitigar ciertos riesgos, como por ejemplo la cobertura. “Capaz ya es muy trillado, pero muchas veces los productores no lo llevan a la práctica; hacer cobertura, tener que incurrir en un costo en el invierno de US$ 90 a US$ 110, muchas veces no lo hacen, y realmente después se ven los resultados. Entonces, trabajar sobre esas coberturas para tener una mejor infiltración de agua, bajar la temperatura del suelo, diversificar las fechas de siembra, son prácticas necesarias”, alegó.
Sobre la diversificación de fechas, explicó que, en los periodos críticos de mayor demanda hídrica del cultivo, es importante que no toda la superficie coincida en la misma fecha de alta demanda de agua. “Es una forma de mitigar el riesgo si en ese momento de alta demanda no llueve”, señaló.