La campaña de soja 2023/2024 está avanzando de manera satisfactoria en materia productiva y se proyecta incluso alcanzar las 10 millones de toneladas, que marcaría una importante recuperación de la producción luego del golpe generado por la sequía de hace dos años. Sin embargo, la baja rentabilidad que podría dejar esta campaña tiene preocupado al sector productivo.
Con respecto a esta situación y lo que se proyecta en materia económica, Rubén Sanabria, representante de la Coordinadora Agrícola de Alto Paraná, en contacto con Valor Agregado en Radio Asunción 1250 AM, sostuvo que en líneas generales el sector se encuentra contento y con muy buenas expectativas en materia de productividad, sin embargo, se está experimentando una situación bastante complicada por la baja rentabilidad que se tendría.
El precio de la soja se fija con base en los precios internacionales, específicamente de la Bolsa de Chicago, y sobre este valor se realiza un descuento al productor conforme la situación de oferta y demanda. Sanabria dijo que con los bajos precios internacionales y el aumento en los costos conocidos como “premio” hace que las ganancias se reducan significativamente.
“Resulta que hoy, el negocio de los granos, ya sea con los silos, con las multinacionales, con los acopiadores, con las cooperativas está complicado teniendo en cuenta que en el mercado internacional los precios vienen cayendo y actualmente el “premio” se encuentra entorno a los US$ 100 la tonelada, cuando normalmente se ubicaba entre los US$ 40 a US$ 60”, señaló.
«Apelamos a la buena predisposición de las multinacionales, en vista de que, si al productor le va bien, va a estar honrando todos sus compromisos que sigue teniendo por aquella sequía de hace dos que fue fatal para todos los productores ya que, no llegamos ni a las 4 millones de toneladas”, indicó.
Sanabria dijo que se ha tenido una interesante recuperación en materia productiva, sin embargo, se enfrentan al riesgo de que el precio de la soja siga cayendo y afecte sus márgenes de ganancia. Añadió que esperan seguir manteniendo esos buenos niveles de producción, pero que también, la producción debe ser rentable para garantizar su sostenibilidad económica.