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Perspectivas 2025: CAPPRO busca impulsar la agroindustria ante los retos de competitividad

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Perspectivas 2025: CAPPRO busca impulsar la agroindustria ante los retos de competitividad

A pesar de la buena cosecha de soja del año 2024, con un volumen que representó un crecimiento del 8% sobre la del 2023 y casi fue récord, la industria aceitera nacional cierra un año crítico, a causa del deterioro de las condiciones de competitividad respecto a las fábricas de otros países, destacaron desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO).

“En la última campaña agrícola Paraguay produjo más de 10,52 millones de toneladas de soja, de los cuales, según las proyecciones al cierre del año, el 75% será procesado en industrias del extranjero; y el volumen que se procesará en el país será de solo el 25%, con lo cual las industrias aceiteras paraguayas quedarán con una capacidad ociosa en torno al 40%, con una caída en el volumen de la molienda de más del 10% con relación al año anterior”, indicaron.

Los últimos datos, al cierre de octubre, indican que el volumen de procesamiento de soja fue el más bajo que se haya registrado para ese mes en los años que no hubo problemas de disminución de la cosecha y desde que se incrementó la capacidad instalada de la industria nacional, a principios de la década pasada.

Hasta ese mes señalado, la utilización de la capacidad nominal de las industrias nacionales fue del 64%, 4 puntos por debajo del valor con que cerró este indicador en el acumulado hasta el mes de setiembre.

El volumen de procesamiento acumulado de oleaginosas, parcial, hasta el décimo mes de este año llegó a 2.574.361 toneladas, cifra que implica una reducción de más de 20.000 toneladas con respecto al mismo periodo del 2023; tendencia que se va confirmando cada día, con la reducción en el agregado de valor que se está esperando para el cierre del 2024.

Pero, las exportaciones de soja en estado natural se incrementaron fuertemente y alcanzaron este año niveles históricos. Hasta el cierre de octubre de este año ya se han exportado más de 7,7 millones de toneladas, superando con creces el récord anual anterior, registrado al cierre de diciembre del 2020.

Las divisas del complejo soja (que incluye los granos, el aceite, la harina y la cascarilla de esta oleaginosa) hasta el mes de octubre del corriente sumaron US$ 4.027,05 millones, cifra que representa una caída del 5% con relación al mismo periodo del año pasado, que se debe a una reducción en los precios internacionales, pero también a una menor participación en la exportación de productos con mayor valor agregado (solo representan el 24% del total de ingresos de divisas del complejo soja), que tienen el potencial de generar más divisas para el país que la exportación en estado natural.

“Por esa razón, desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), esperamos que el nuevo año traiga el robustecimiento de la agroindustria paraguaya, con medidas del Gobierno que establezcan políticas públicas enfocadas en una mayor industrialización de la materia prima agrícola dentro del territorio nacional. De esa manera se podrá hacer frente a los incentivos que existen en otros países y que favorecen el procesamiento dentro de sus fronteras y la importación de nuestra producción primaria”, subrayaron.

Alegaron que, lo que el gremio espera para el 2025 puede resumirse en cinco ejes principales: un esquema de equiparación tributaria para la industria aceitera con relación a las otras industrias que exportan (porque actualmente somos el único rubro industrial que no tiene derecho a la devolución del IVA al exportar productos industrializados); seguir trabajando para lograr la herramienta adecuada para demostrar a los mercados la sustentabilidad ambiental y social de la producción nacional; que la lucha contra el contrabando sea frontal y permanente; mantener y mejorar las condiciones de navegabilidad de nuestra principal vía de conexión al mundo, la Hidrovía Paraguay – Paraná, y; que se establezca por ley del régimen de admisión temporaria para importar materias primas agrícolas, de modo a que nuestras industrias puedan contar con las mismas herramientas que sus pares de otros países.

Sobre las perspectivas para el año 2025, esperan que se mantengan las buenas condiciones climáticas hasta ahora registradas, para que la producción agrícola pueda alcanzar su mejor potencial y así lograr una buena cosecha de soja a nivel país, considerando que las proyecciones preliminares de varias entidades indican que podría superar los mejores volúmenes conseguidos hasta el momento. Y también, que la mayor producción pueda impactar positivamente sobre la agroindustria paraguaya.