La producción de arroz ha experimentado un importante crecimiento en nuestro país. Gracias a la apuesta del sector privado, este cultivo se ha instalado también en el Chaco Paraguayo, aprovechando las condiciones de esta región y la tecnología para el desarrollo de este cultivo. En ese sentido, el gerente comercial de GPSA, Fabián Pereira, señaló a Valor Agrícola que lo que antes se consideraba imposible de implementar hoy es una realidad, por lo que la producción de arroz promete un importante desarrollo agrícola en la región Occidental. Aunque aún existen muchas limitaciones para seguir potenciando este cultivo en la región, afirmó que el sector privado seguirá invirtiendo para convertir al Chaco en productor regional de alimentos.

¿Cómo ha evolucionado la producción arrocera en nuestro país y cuál es el potencial que tiene actualmente?

Realmente Paraguay es un país que tiene un altísimo potencial para seguir promoviendo el cultivo de arroz. Hoy estamos hablando de un área de siembra de entre 150 y 170 mil hectáreas. Es cierto que no ha evolucionado mucho en los últimos años porque los costos de producción han incrementado significativamente llegando casi a los 1.800 dólares por hectárea, y con un precio de 180 a 200 dólares por tonelada hacía que el productor tenga que producir más o menos 9.000 a 10.000 kilos por hectárea para poder empatar o llegar a su punto de equilibrio, entonces desmotivó muchísimo el avance de las siembras de cultivo y logró que se mantuviera esa área en no más de 10 o 15 potenciales productores.

En nuestro caso, en la Estancia 7 puntas, en el departamento de Villa Hayes, tuvimos que invertir en energía eléctrica, construir unidades de silo con capacidad de 15.000 toneladas de acopio y, con nuestra cercanía al río, permitió que podamos producir perfectamente bien.

Estamos creciendo y necesitamos seguir potenciando a este cultivo, por ello, estamos pidiendo a las autoridades, llevar adelante la construcción de la ruta del arroz o también llamada Ruta de la integración, que permitiría sacar la producción agrícola de toda esa región que seguirá avanzando.

Si bien se sigue superando las limitaciones, ¿qué desafío representó o representa este modelo de producción en esa región?

Nosotros nos dimos cuenta que eran campos totalmente anegados e imposibles para producir alguna actividad de renta. Una de las principales limitaciones era poder hacer llegar una semilla a estos campos. Cuando caían las lluvias, el agua no corría y no llegaba al río. No había posibilidad de poder instalar una ganadería de retorno por la baja carga animal, entonces, comenzamos a soñar con nuevas alternativas, mirando un poco algunas inversiones argentinas que se realizaron en condiciones parecidas.

Es una región desafiante, pero todo ese potencial hizo que invitemos a muchos inversores a sumarse a esta apuesta al desarrollo. Gracias a esta iniciativa hoy podemos hablar de las 6.500 hectáreas en las que estamos trabajando, que están perfectamente desarrolladas, canalizadas y sistematizadas, para poder hacer llegar el agua a cada una de las parcelas y poder escurrir esa agua en momentos de mucha lluvia, teniendo en cuenta también que el arroz no puede ir con más de 15 centímetros de superficie de agua en toda su extensión.

El nuevo desafío es poder seguir desarrollando nuevas áreas, seguir creciendo en infraestructura y hacer que la ruta del arroz o de la integración, pueda ser hecha por este gobierno para poder hacer llegar a los principales mercados, de una forma más fácil y eficiente, toda la producción de arroz que se genera a través del Chaco paraguayo.

El factor climático es otro de los grandes desafíos para el sector, ¿qué se espera para esta campaña que está en marcha?

El cultivo del arroz demostró un repunte importantísimo en comparación con otros cultivos. Es muy difícil poder hacer que se junten dos factores fundamentales en una campaña y que pueda generar la posibilidad que el productor tenga una renta importante. A lo largo de los últimos años, el cultivo del arroz viene produciendo limitadamente bien, considerando que venimos de dos años de una importante sequía que afectó el desarrollo. Esta variabilidad climática no se da solo en Paraguay sino también en los principales países de la región, que hace que haya poca producción y que los precios vayan subiendo.

Hoy estamos hablando de que el precio del arroz está alrededor de los US$ 350 la tonelada, entonces, eso hace que nuestro punto de equilibrio esté cercano a los 4.000 kilos por hectárea. Hoy, con una producción de 8.500 kilos, genera una renta importante y paga los platos rotos de lo que fueron los últimos dos años de extrema sequía y bajos precios. Tener una buena producción en un escenario de buenos precios, será fundamental para salir de toda esta gran inversión, poder seguir creciendo y apostando al desarrollo del cultivo.

¿Estamos en ese camino de consolidación para que Paraguay se convierta en líder de la producción de arroz?

Creo que se puede soñar con eso. Esperamos una mayor apuesta por parte del gobierno, es vital contar con una infraestructura sólida de energía eléctrica que garantice un suministro constante y confiable en las zonas de producción de arroz. La industria arrocera requiere un uso intensivo de energía eléctrica para el riego, la maquinaria agrícola y el procesamiento del arroz. Sin una infraestructura eléctrica adecuada, es difícil lograr una producción eficiente y competitiva. El Chaco cuenta con una gran cantidad de tierras aptas para el cultivo de arroz, pero sin una vía de transporte eficiente, la producción se ve limitada por los altos costos y la dificultad para llegar a los mercados.

La mejora de la infraestructura en el Chaco impulsará nuevas inversiones en el cultivo de arroz, generando beneficios tanto económicos como sociales para la región. Es importante que los gobiernos y los actores involucrados en este sector trabajen de manera conjunta para promover estas mejoras y aprovechar todo el potencial que tiene esta actividad agrícola en la zona.

¿Cuál es el potencial que tiene el chaco paraguayo para poder seguir expandiendo este cultivo?

Si consideramos todas estas inversiones en infraestructura, el Chaco podría llegar a más de 400.000 hectáreas de arroz, más las 170.000 hectáreas que tenemos en el país, podríamos tener un importante volumen que estaría en torno a las 5.000.000 de toneladas, de las cuales, hoy estamos produciendo solamente 1.200.000 toneladas. De esta forma, Paraguay se podría posicionar como una potencia de la producción y convertirse en uno de los cinco mayores productores de arroz del mundo, pero para seguir soñando e instalando al cultivo del arroz y a la agricultura como uno de los principales motores de la economía paraguaya, es fundamental que el Estado contribuya con el suministro de energía eléctrica, caminos y créditos blandos para la inversión.