Las diversas actividades que se vienen realizando en el Chaco paraguayo vienen mostrando el potencial agrícola que tiene dicha región del país, en donde la inserción de la agricultura en diferentes esquemas productivos va tomando fuerza. Sin embargo, aún quedan tareas pendientes para que su desarrollo sea vertical.
El director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore, mencionó que en los últimos eventos realizados en el Chaco cómo la Expo Pioneros y el Rally de la Soja, mostraron un gran interés por parte de productores e inversionistas en apostar al trabajo de campo.
“Vemos un camino que está dando sus primeros pasos, pero que ya ha crecido en términos proporcionales de una manera muy interesante, realmente hay un potencial enorme, la gente que está ahí es gente que trabaja, que no tiene miedo de invertir, de probar nuevas experiencias y ese es un camino que seguirá creciendo y consolidándose”, precisó en entrevista con Valor Agro.
En ese sentido, recordó que en el Rally de la Soja de este año llevado a cabo en el Chaco se tuvo un gran intercambio de experiencias sobre la integración de la agricultura con ganadería, así como también cuestionamientos sobre los métodos para recuperación de pastos degradados y la solución a los problemas de peladares.
No obstante, Pastore afirmó que aún quedan tareas en cuanto a lo que son las técnicas de producción en zonas productivas de la región occidental, así como también, un mejor conocimiento de la manera en que se debe realizar el manejo de los suelos.
“Se debe estudiar cuales son las variedades con mejor adaptación a la zona y a las condiciones extremas que se tienen en el Chaco, hay que tener en cuenta las temperaturas muy altas y que es una región en donde hay poca precipitación”, indicó.
Finalmente, el director ejecutivo de Capeco aseguró que cada vez es mayor la apuesta por otros cultivos en varias zonas de esta región, tal es el caso del algodón. Además de eso, coincidió en que la probabilidad de una segunda revolución agrícola en el Chaco es muy alta, y que todo vendrá de la mano con la inversión en las industrias de procesamiento de soja y el desarrollo del complejo de arroz y soja-maíz.
“Con esta conversión agrícola en proteína animal, donde hay una vocación productiva muy clara, muy eficiente y con un suelo extremadamente fértil, efectivamente eso va a pasar, pero para eso esta región que tiene como el 60% de nuestro territorio tiene que desarrollarse, y también tiene que recibir a más población, toda la región occidental tiene un enorme potencial en ese sentido”, sentenció.