Luego una reunión con el Comité Nacional de la hidrovía Paraguay-Paraná, la Cancillería paraguaya manifestó su reprobación a la retención de una barcaza de bandera paraguaya y que agrava la situación del conflicto. En ese sentido, anunció que no se va a reservar “ninguna de las medidas posibles para resolver este asunto”.
Esta declaración la dió el canciller nacional, Rubén Ramírez posterior a la reunión del Comité Nacional, el mismo reprobó las medidas de la Argentina que restringen la navegación la hidrovía Paraguay-Paraná, a partir de un peaje unilateralmente establecido al margen de las disposiciones reglamentarias vigentes.
“Lamentamos que la Administración Central de Puertos de la República Argentina continúe dictando medidas como la orden de interdicción de embargo de salida de una barcaza de bandera paraguaya cargada y lista para zarpar con 30 millones de litros de combustible”, expresó el canciller.
Según detalla un artículo de la Agencia IP, Ramírez lamentó que, aun cuando la misma legislación argentina establece que no pueden realizarse embargos cuando la embarcación estuviera lista, “la Prefectura Naval Argentina detuvo arbitraria e injustificadamente la misma, ocasionando perjuicios directos a la empresa afectada”.
El ministro reiteró que desde la Cancillería se están articulando los medios para recurrir al arbitraje contemplado en el tratado de la hidrovía Paraguay-Paraná y, por otro lado recurrir, por la violación del tratado de Asunción, que crea el Mercosur, por violación de los artículos 1º y 2º, que conducen a un tribunal de resolución de controversias a nivel Mercosur.
El canciller también manifestó la preocupación de que la República Argentina impulsa medidas “que pudieran incluso interpretarse deliberadas a agravar la situación teniendo en cuenta que se trata de una restricción a la libertad de tránsito de bienes estratégicos y sensibles para un país dignatario que tiene comprometido el abastecimiento de combustible y la fluctuación del precio de dicho insumo lo que representa una afectación grave lo que repercute en la sociedad paraguaya”.
En es aspecto, apuntó que el país “rechaza procedimientos de esta naturaleza que exacerban la vulnerabilidad de un estado signatario por su condición de país sin litoral marítimo ni conducen con la vocación de los países de la Cuenca del Plata de mancomunar sus esfuerzos en promover el desarrollo armónico, la integración y significa un retroceso a los avances alcanzados para facilitar el transporte comercial, y socavan la institucionalidad del sistema de la hidrovía Paraguay-Paraná”, añadió.
A su vez, el presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), Esteban dos Santos, lamentó que la Argentina tenga que tomar este tipo de medidas que “hieren a una nación hermana” y ese contexto, que “apoyamos a nuestra Cancillería en las acciones que se están llevando a cabo”.