Según el informe trimestral de la Organización Meteorológica Mundial, el océano se está enfriando lentamente y que es probable que en septiembre, octubre y noviembre se alcancen las condiciones para una La Niña.
No obstante, los científicos de la organización indicaron que se tratará de un fenómeno “débil”.
Este pronóstico coincide con el de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés), que aseguró que La Niña terminaría de desarrollarse entre septiembre y noviembre con un 66% de probabilidad, y que el fenómeno persistirá hasta el verano austral con un 74% de probabilidad entre noviembre y enero.
Aun así, la mayoría de las regiones del mundo experimentarían temperaturas “superiores a normal”, como África, Australia, Europa, Asia, América del Norte, Central y Sur y el Caribe. Esto, “en consonancia con la persistencia prevista de temperaturas superficiales del mar superiores a lo normal”.
En América del Sur, también se indican “probabilidades muy aumentadas de temperaturas superiores a lo normal”, excepto en la franja costera del sur del Pacífico.
Ahora, sobre las lluvias en este próximo trimestre, la OMM pronosticó precipitaciones menores al promedio en gran parte de América Central y América del Sur, en especial si es que La Niña se establece justo en estos meses, dado que es un efecto común de este fenómeno meteorológico en dichas regiones.
“Excepto en unas pocas regiones en el interior del continente que se extienden desde la costa oeste hasta la costa este donde no hay una señal clara, casi toda América del Sur tiene mayores probabilidades de lluvias inferiores a lo normal”, se lee en el informe de la OMM.