En medio de grandes desafíos por continuar contribuyendo cada vez más a la economía nacional, la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) celebró su 17° aniversario, en donde aprovecharon para remarcar las preocupaciones del sector agroindustrial por medio de una contundente charla.

La gerente general del gremio, Sandra Noguera, resaltó el incansable trabajo que vienen realizando desde la Cappro para una mejor industrialización de oleaginosas y cereales. No obstante, hizo hincapié en que se necesita un plan país estable y consistente, plasmado en políticas de Estado que sobrevivan a los distintos Gobiernos.

“Necesitamos políticas públicas enfocadas en promover el desarrollo y la integración de sus cadenas industriales, de tal modo a defenderlas ante políticas de otros países que apuntan a llevarse nuestras materias primas para agregarles valor dentro de sus fronteras”, apuntó.

En esa línea, agregó se debe enfocar a la adopción de políticas espejos, que vendría a ser la devolución del 100% del IVA para la exportación de soja industrializada y sus derivados, para compensar los aranceles de importación diferenciados que cobran los países de destino. Además, sostuvo que es importante incrementar la estructura logística.

Procesamiento. Uno de los puntos fuertes que señaló Noguera fue que Paraguay ocupa el sexto lugar como mayor productor de soja del mundo, pero a su vez está ubicado en la 10° posición en cuanto a procesamiento.

“Estamos entre los principales productores de soja del mundo, pero las diferencias en términos de volumen con las potencias son muy importantes, somos el país con menos capacidad para procesar, en proporción a su producción”, advirtió la gerente general del gremio.

En ese aspecto, explicó que, dejando de lado el registro del 2022 (año marcado por la menor producción a causa de la sequía) el porcentaje de la soja nacional procesada en el país muestra una tendencia de caída clara, lo que llevó incluso a la reducción de la capacidad de procesamiento.

Como respuesta a esas caídas, la ejecutiva de la Cappro sostuvo que los cambios de reglas “no permitieron una consolidación del sector y restringieron nuevas inversiones”.

Impacto económico. Noguera profundizó que la mayor parte de las divisas generadas por el complejo soja siguen estando vinculadas a la exportación de soja en estado natural, pero que sin embargo, la exportación de productos industrializados puede generar mayores ingresos

Sostuvo que, considerando la estimación de cosecha para este año, los rindes industriales y los precios promedio de los diferentes productos, la exportación de productos industrializados podría generar alrededor de US$ 600 millones más a la economía nacional.

Esto además de la creación de nuevos puestos de trabajo y la posibilidad de ir avanzando en la cadena de valor de los productos.

Propuesta. Finalmente, las propuestas manifestadas por parte de la Cappro hacia el gobierno para el cambio que se necesita fueron; Esquema de equiparación tributaria para la industria aceitera con relación al resto de las industrias que exportan.

Así también, insistieron en un ajuste normativo para posibilitar importación de materia prima bajo el régimen de admisión temporaria, con fines de industrialización.

Y recalcaron la necesidad de continuar con la lucha frontal contra el contrabando, así como también de seguir trabajando para asegurar la producción sustentable, de modo a

puedan adaptarse a las exigencias de los consumidores.