En noviembre, la molienda de soja acumulada en 2025 alcanzó 3.191.809 toneladas, consolidándose como el mayor registro de la década actual.

Si bien este resultado representa un desempeño positivo para la agroindustria, es importante señalar que estuvo fuertemente condicionado por factores de coyuntura internacional, y no a la implementación de medidas estructurales orientadas a mejorar la competitividad del sector, según el último reporte de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).

“Cambios en los incentivos relativos entre mercados, derivados de ajustes regulatorios en países vecinos y de tensiones comerciales entre grandes economías, redujeron la presión de compra sobre nuestra materia prima y generaron un escenario transitoriamente más favorable para el abastecimiento de la industria local”, explicaron desde la cámara.

Señala además que, este contexto permitió a las procesadoras sostener una mayor capacidad de compra y operación.

La mayor utilización de la capacidad instalada permitió además amortiguar la caída del ingreso de divisas al país, en un año marcado por precios internacionales y producción primaria menores.

“Sin embargo, esta experiencia vuelve a poner en evidencia la alta sensibilidad de la industria ante cambios externos, y la necesidad de avanzar hacia un marco previsible y sostenible que permita consolidar estos niveles de procesamiento y agregado de valor en origen más allá de escenarios coyunturales favorables”, subrayaron.