La producción de mandioca es otro rubro afectado por la sequía y altas temperaturas. El estrés hídrico que se inició desde noviembre de 2021 trajo como consecuencias el retraso de la cosecha, porque las raíces no tuvieron un buen desarrollo. Se espera una merma entre 20% y 35% en comparación con años anteriores.

El desarrollo radicular de la planta fue casi nulo, por la dureza del suelo por falta de agua. Las raíces que lograron desarrollarse en su momento, quedaron sometidas al calor del suelo, lo que quema la capa fibrosa de la mandioca. Esto obliga a la planta a utilizar sus propias reservas de agua y fécula para mantenerse latente, según explicó el gerente general de Productores Unidos del Sur S.A. (Produsur), ingeniero Cristopher Hamann.

En unas 2.500 hectáreas distribuidas entre los departamentos de Itapúa, Caazapá y Misiones la expectativa de rendimiento promedio de Produsur, en principio, fue de 30.000 kilogramos por hectárea. Pero, con la situación actual estiman un rendimiento de 13.000 a 18.000 kilogramos por hectáreas.

“Si las condiciones del clima mejoran, podríamos tener una pequeña recuperación para el segundo semestre”, comentó el gerente general de Produsur.

Agregó que la mandioca es uno de los cultivos que mejor resiste la sequía, por su ciclo largo. Pero, para que resista más, requiere un buen manejo, tecnología y buena preparación de suelo.