Laura Meza | Valor Agrícola
El mercado de clima es un período donde aumenta la especulación acerca de la productividad de diversos commodities, especialmente de las zafras de soja y maíz en los EE.UU. Las expectativas de los agentes de la Bolsa de Chicago terminan siendo fuertemente afectadas por el clima, que está entre los principales determinantes de la oferta de granos. En ese sentido, la analista senior de inteligencia de mercado de StoneX, Larissa Barboza explicó a Valor Agrícola sobre cómo su ocurrencia afecta el mercado y los aspectos que se deben seguir de cerca.
Según indicó, el pico del mercado climático ocurre en julio, pero los meses de junio, agosto y septiembre también presentan una volatilidad más intensa que en el resto del año. Estos son los períodos en que los cultivos norteamericanos están en fases cruciales de desarrollo. “En el 2024, el período del mercado de clima está comenzando con muchas incertidumbres”, señaló.
Dijo que, teniendo en cuenta que EE.UU. es uno de los principales productores y exportadores de soja y maíz, las variaciones en su producción pueden tener efectos globales en los precios y la disponibilidad de estos commodities. “En Estados Unidos son dos los factores claves que hay que seguir. Primero, observar el calendario de siembra, ya que los tiempos de siembra y cosecha pueden influir en la oferta. En segundo lugar, es crucial analizar el mapa de producción, en este caso el Medio Oeste, que es la principal región productora de granos del país norteamericano, dado que las condiciones climáticas pueden tener un impacto significativo en la oferta nacional”, apuntó.
Sin embargo, sostuvo que eso no implica que lo que suceda en el resto de los países no incida en los precios, tanto que las dudas en relación al tamaño de la zafra de América del Sur repercuten significativamente. “Paraguay, por ejemplo, viene cada vez más siendo seguido por su participación, lo que termina incidiendo también en la producción mundial de soja y en los stocks finales esperados”, remarcó.
Barboza manifestó que será crucial seguir el patrón clímático de los EE.UU. a lo largo de los próximos meses, dado que tendrá un papel central en la determinación de la oferta global de soja y maíz y, consecuentemente, en la postura de los agentes que influencian las cotizaciones de estos cultivos.
“Como el clima puede ser muy inestable, el mercado tiende a rápidos cambios en sus expectativas, haciendo que los agentes alteren sus posiciones en la Bolsa y resultando en bruscas variaciones en los precios. Consecuentemente, la mayor volatilidad abre buenas oportunidades para la realización de operaciones de hedge”, recalcó.
Reporte USDA. Tras darse a conocer el informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), que reveló una mayor oferta de granos de lo esperado, Larissa Barboza, sostuvo que se espera que esta tendencia continúe durante la campaña 2024-2025. “En un contexto internacional con exceso de granos en comparación con la demanda proyectada, y con los stocks manteniéndose en buenos niveles, se observa una clara tendencia a la baja en los precios. Sin embargo, es importante monitorear la situación de cerca”, alegó.