Actualmente, Paraguay tiende a vender granos en momentos en que grandes productores como Brasil están activos en el mercado, lo que puede presionar los precios a la baja. Para mejorar esta situación, el economista Manuel Ferreira indicó que Paraguay debería considerar estrategias de comercialización que permitan retener granos hasta momentos más favorables.
Según señaló a Valor Agrícola, en agosto y septiembre, cuando Brasil ya ha salido del mercado y Estados Unidos aún no ha entrado con soja física, Paraguay podría obtener mejores precios. “Paraguay tiene que cambiar la forma de comercializar sus productos. Tenemos que empezar a tener visiones un poco más de retener el grano, esto significa comprar y vender de una manera bastante distinta a la manera en que lo hemos hecho históricamente”, alegó.
Según dijo esto podría permitir obtener precios significativamente más altos, de hasta US$ 60 o US$ 70 por tonelada más que en períodos normales.
“Esto también implica cambiar la manera en que se compran los productos. Es revisar y ajustar las fechas de vencimiento de los contratos de grano y los créditos bancarios para alinearlas con las condiciones del mercado. En este momento, no solo es necesario ser eficiente en la producción, sino también en la compra y venta de los productos”, explicó.
Manifestó que, la caída en los precios de la soja, que han bajado a un promedio de aproximadamente US$ 200 por tonelada, ha llevado a que Paraguay tenga que vender una mayor cantidad para obtener los mismos ingresos que el año pasado.
“Como resultado, al llegar al octavo mes del año, las reservas de soja disponibles para exportación son bastante limitadas, lo que ha generado una escasez relativa de dólares. Esta situación está ejerciendo presión sobre el tipo de cambio, lo que ha sido evidente en el reciente aumento del valor del dólar”, subrayó.
Y siguió: “Si la carne no logra compensar la disminución en los ingresos por soja, o si no se producen bajas significativas en las tasas de interés en Estados Unidos que haga que se genere una migración de dólares hacia el Paraguay, seguramente vamos a tener una presión sobre el tipo de cambio que puede llegar a ser importante”, remarcó.
Por otro lado, también dijo que la diversificación es un aspecto crucial, especialmente en áreas donde la situación económica es más complicada como en el caso del departamento de San Pedro, donde el estimado de punto de equilibrio para la soja es de aproximadamente 2.300 kilos por hectárea, que representa el techo histórico de producción en esa región y con el aumento de los arrendamientos de tierras en esta zona, “la situación se vuelve aún más difícil y financieramente insostenible”.
“Creo que es fundamental considerar cultivos alternativos que sean más adecuados para la región, como el sésamo o el algodón. Estas opciones podrían ser alternativas interesantes para enfrentar la situación actual. Sin embargo, también es crucial desarrollar toda la cadena de valor necesaria para estos cultivos. Reconstituir esta cadena será esencial para garantizar la viabilidad y el éxito de la diversificación”, expresó.