El productor agrícola de San Alberto, Alto Paraná, Robson Affonso comentó a Valor Agrícola sobre la situación actual de la agricultura en Paraguay, destacando que, a pesar de que la nueva campaña avanza bien, gracias a las lluvias, muchos productores en regiones como Canindeyú y San Pedro enfrentan serias dificultades debido a sequías que han afectado sus cosechas de soja y maíz.
Affonso enfatiza la necesidad de hacer un control detallado de costos y planificación, dado que para cubrir deudas necesitan producir al menos 4.000 kilos por hectárea y toda esta situación está limitando las inversiones en las siembras en las regiones más afectadas. “Aconsejo a los productores que realicen cálculos cuidadosos, que preparen sus planillas y que se mantengan atentos al mercado y a los costos actuales”, indicó.
“Debemos mantener los pies firmes en la tierra, ya que no podemos permitirnos dar pasos en falso. Las circunstancias actuales no lo permiten; el mercado es muy volátil y los costos son extremadamente altos”, expresó.
En ese sentido remarcó que han estado trabajando simplemente para pagar deudas durante los últimos cuatro o cinco años.
“Los productores operan como una industria a cielo abierto, lo que exige que tengan sus cuentas bien organizadas y planificadas. Constantemente estamos buscando formas de economizar, pero seguimos sembrando y recortando gastos en todos los aspectos. La situación en el campo es muy preocupante. Además, los productores dependemos exclusivamente del sector privado, ya que no recibimos financiamiento del gobierno”, manifestó.
También dijo que, como director de la Asociación de Productores Agrícolas San Francisco de San Alberto, Alto Paraná, donde recopilan y gestionen información real del campo, pueden afirmar con seguridad que Paraguay no tendrá una zafra excepcional. “Para lograrlo, necesitamos un clima perfecto y realizar inversiones significativas. Cuando el precio de la soja es bajo y los costos son altos, los productores se ven obligados a reducir sus inversiones, lo que dificulta alcanzar una super zafra”, apuntó.
Alegó que, actualmente, el costo de producción es de US$ 700. “La única forma que vemos para reducir los costos de producción es comprar menos abono y defensivos agrícolas, y buscar semillas más económicas. Debemos invertir lo mínimo posible para intentar salvar algo, ya que el precio de la soja depende en gran medida de factores globales”, explicó.
Destacó que, para mitigar los cambios climáticos que estamos enfrentando, han estado implementando prácticas de cobertura que han mostrado resultados positivos. “Al sembrar maíz junto con pasto, logran preservar mejor el suelo, la humedad y la temperatura, mejorando así la calidad de la tierra”, subrayó.