El escenario actual muestra “varios cambios” en el desarrollo de las actividades que impactan en las cotizaciones de la soja, tal cual como lo que pasa en Estados Unidos, por el avance de la nueva generación de biocombustibles.
Según el medio Revista Verde, el gerente de LDC Uruguay, Marcos Uranga, señaló que “existen muchos proyectos relacionados con la molienda de soja, y se prevé que vaya disminuyendo el volumen de exportación del poroto y que se incremente la exportación de harina de soja”. Y agregó que Argentina, principal exportador de harina, “va a experimentar un reacomodo en ese aspecto y su competitividad se pondrá a prueba”.
En esa misma línea, planteó que “hay que ver si la soja brasileña suplirá toda la demanda de China y se reacomodarán las primas, o dependiendo del porcentaje que cubra de Estados Unidos las primas seguirán el comportamiento de los últimos dos años”. De todos modos, planteó que las primas dependerán de la producción de Sudamérica y de la exportación de Estados Unidos a China, .
Además, comentó que “no es optimista” para los premios de la soja uruguaya, porque dependerá de la producción brasileña, de la presión que exista sobre la logística en Brasil, de la evolución de las ventas del productor brasileño y de la demanda real que imponga China. Planteó que si el país asiático “está tímido a la hora de comprar”, el productor brasileño “bajará cada vez más sus pretensiones y va a generar que los premios sean más flojos”.
Uranga señaló que el comportamiento de las primas dependerá de cómo se desempeñe la producción sudamericana y qué cambios experimenten las exportaciones estadounidenses hacia el gigante asiático.
De cara a la próxima siembra de soja en Uruguay, se avizora un crecimiento “de 10% a 15%” en la superficie respecto a la registrada el año pasado, “lo cual es muy positivo a pesar de la seca”, dijo.
En un momento la cosecha de Estados Unidos parecía que iba a flaquear por el clima, pero eso finalmente no ocurrió y la producción de soja norteamericana estará en buenos niveles.
Urunaga explicó que el país norteamericano no ha vendido mucha soja a China por los problemas de calado que impiden la navegación normal de las barcazas por el río Misisipi y la llegada al golfo de México para su posterior exportación.
Por este motivo, la ventana de octubre, noviembre y diciembre “no ha sido muy abastecida por la soja de Estados Unidos”, explicó. En tanto, Brasil con su enorme producción, “está aprovechando las oportunidades para hacer negocios”.
Entonces, “la ventana de exportación estadounidense no será tan amplia, porque en enero, mes clave, ingresa nuevamente la exportación brasileña que tendrá –clima mediante– 163 millones de toneladas”, analizó. Por lo tanto, la soja brasileña “va a estar muy competitiva” con respecto a la soja norteamericana, acotó.
La ventana “fuerte” de venta por parte de Estados Unidos se registra a partir de octubre, pero “existe entre los operadores un clima cauteloso, basado en que no quieren pasar por la misma situación del año pasado donde no pudieron cumplir con las entregas a tiempo y debieron asumir costos extras por esas demoras”.