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Las lluvias de marzo y abril, “serán decisivas” para la campaña agrícola chaqueña

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Las lluvias de marzo y abril, “serán decisivas” para la campaña agrícola chaqueña

La campaña agrícola en el Chaco atraviesa un momento crucial, con la expectativa de que las lluvias de marzo y abril sean determinantes para los rendimientos de los cultivos. Carlos Passeriu, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios del Chaco (APACS) y responsable del Grupo Palmeiras, compartió su análisis sobre las condiciones actuales de la campaña agrícola en una entrevista en Valor Agregado en Radio Asunción 1250 AM.

El arranque de la campaña agrícola en el Chaco fue favorable debido a las buenas lluvias que se registraron en el último trimestre de 2024 que fue clave para los que empezaron con la siembra en diciembre, iniciando principalmente con el algodón en los primeros días del mes, para luego continuar con la soja hasta finales de año. Sin embargo, a pesar de un buen inicio, las condiciones cambiaron a principios de 2025.

Durante enero, la siembra se complicó debido a un veranico de casi tres semanas que retrasó las siembras. “Esta falta de precipitaciones provocó que muchos productores tuvieran que esperar más tiempo de lo previsto para continuar con sus cultivos”, indicó.

Passeriu señaló que aquellos productores que lograron acumular agua gracias a buenos barbechos y pudieron sembrar temprano se encuentran en una situación más favorable. Sin embargo, también destacó que “hubo otra gente, otros productores que lamentablemente no pudieron sembrar en las ventanas ideales de siembra y tuvieron que llegar a febrero en muchos casos, con la siembra de la soja y del maíz”.

Esta diferencia en las condiciones de siembra ha generado una gran disparidad en las expectativas de rendimiento entre los productores de la región.

Passeriu destacó que, en este contexto, “depende mucho de lo que llueva ahora en marzo para los que sembramos en las ventanas de diciembre y enero, y obviamente en el mes de abril para aquellos que tuvieron que demorar la siembra a febrero”.

Alegó que, si las lluvias se normalizan en los próximos meses, “va a haber cosecha”. Sin embargo, reconoció que, en comparación con el año pasado, las diferencias en los rendimientos serán notables ya que se en general se presentaron mejores condiciones.