Un claro indicador del potencial de crecimiento agroindustrial del chaco paraguayo es su favorable desarrollo con la producción de algodón, el cual fortalece a toda una cadena de valor y pone la mira en el sistema productivo de la Región Occidental

El viceministro de industria (MIC) Francisco Ruíz Díaz, resaltó que el Chaco “es un gigante dormido en términos de capacidad industrial”, y que existe un trabajo importante con distintos sectores productivos de la zona, principalmente del Chaco Central, permitiendo que las exportaciones de productos industriales (en especial la producción de alimentos, que en 2021 alcanzaba los USD 328 millones) llegase a los US$ 876 millones al cierre del año 2022.

Las declaraciones del viceministro fueron resaltadas en el último boletín informativo de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), quien además agregó: “Este año esperamos alcanzar un récord de exportación por más de USD 1.000 millones, concentrados especialmente en la industria alimentaria”.

En ese sentido, Ruíz Díaz contó que varios hitos sustentan estas estimaciones de un crecimiento importante para los próximos años, como la rehabilitación del frigorífico Chortitzer (que aumentó su capacidad de faenamiento de 800 cabezas diarias a las 1.300), la inversión de US$ 10 millones en la nueva desmotadora de algodón, la construcción de la planta aceitera en Pioneros (por valor de US$ 30 millones) y la integración de las fibras de algodón chaqueño a la cadena de la confección con industrias de la Región Oriental.

Por su parte, el presidente de la UGP, Héctor Cristaldo, indicó que el algodón es un cultivo muy beneficioso que se presenta con otra tecnología y más tecnificado, lo que genera una alta productividad.

“El algodón está tomando vuelo en el Chaco, y creo que tiene mucho para crecer y potenciar el desarrollo agrícola en la zona”, señaló en entrevista con radio Cáritas.

Desafíos. Finalmente, Ruiz Díaz manifestó que el encadenamiento productivo siempre viene acompañado con mayores niveles de complejidad, fenómeno que requiere a su vez una mayor calificación de la mano de obra disponible para las industrias.

“Estos son los puntos que estamos trabajando con los diferentes sectores de la producción, autoridades regionales y locales de la región del Chaco”, concluyó.