Según el informe mensual de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC), la situación en las plantas agroindustriales aceiteras sigue siendo complicada, debido a que las ventas de soja por parte de los productores argentinos continúan frenadas.

Los exportadores reconocieron que el ingreso de soja paraguaya sigue siendo el principal factor que logró consolidar el aumento de la molienda durante los primeros seis meses del 2024.

“De esta forma se evitó que la industria aceitera entre en una severa crisis por la falta de oferta de soja disponible y su impacto negativo directo sobre el nivel de actividad y la generación de empleo”, indicaron los exportadores.

Entre enero y junio, según el monitor agroindustrial elaborado por CIARA-CEC, la industria procesadora de soja en Argentina transformó en harina o aceite 19,1 millones de toneladas, según lo publicado por el portal argentino InfoCampo.

Esto significa un incremento interanual de 4,2 millones de toneladas, año marcado por la peor producción en más de dos décadas, pero una cifra por debajo de los niveles alcanzados en 2021 y 2022.