La soja terminó la rueda en baja el pasado viernes y completó así su octava semana negativa consecutiva en Chicago. Entre las razones que prolongaron las pérdidas se destacaron el progreso de la cosecha en Brasil, que a lo largo de la semana concentró la atención de la demanda china, y el retorno de las lluvias a las principales zonas agrícolas de la Argentina, luego de la escasez de precipitaciones que se extendió desde mediados del mes pasado, que se vio agravada por una ola de calor que, según se prevé, iría menguando en los próximos días.

De cara a la nueva temporada de siembras gruesas en Estados Unidos, que en pocas semanas pasará a ocupar un lugar relevante en el análisis del mercado, el USDA redujo del 29 al 27% la superficie usualmente destinada a la oleaginosa que experimenta algún nivel de sequía, frente al 36% de igual momento del año pasado.

El maíz también cerró la rueda y la semana con precios en baja en Chicago, producto de la presión que continúa ejerciendo sobre el mercado la oferta récord estadounidense y por el leve incremente del stock final 2023/2024 estimado ayer por el USDA.

Por su parte, el trigo cerró con alzas concentradas, producto de compras del sector de los fondos de inversión, y casi sin cambios en Kansas, donde presionan las buenas condiciones en las que se están desarrollando los trigos de invierno.