Según el boletín de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), la industrialización acumulada de soja al cierre del mes de mayo alcanzó 1.341.456 toneladas, manteniéndose en torno a las 130 mil toneladas por encima del promedio de la molienda acumulada a mayo en los últimos tres años sin sequía.
Se observa una leve reducción del 2% con respecto al mismo periodo del año pasado.
Por su parte, la molienda de otros granos experimentó una reducción con relación al 2024, pero estuvo en línea con el volumen promedio de los últimos cinco años.
De acuerdo a la Cappro, para lo que queda del año se espera una menor presión internacional por la compra de soja paraguaya, debido a que se van normalizando varios factores clave (por ejemplo, la brecha cambiaria) en nuestro principal destino de soja en granos, la Argentina, que a mayo redujo su importación en 17% en términos interanuales.
“Si a esta disminución de presiones externas se sumarán políticas públicas para fortalecer a la industria aceitera se podría generar no solamente más divisas por exportar productos de mayor valor, sino también más puestos de trabajo formales y de calidad para nuestro país”, indica el reporte.