Los últimos datos registrados de la molienda de granos nacional muestran que entre enero y julio de este año se tuvo un crecimiento en relación al mismo periodo del 2022. Aún así, el volumen industrializado continúa por debajo de los niveles alcanzados entre los años anteriores. 

De acuerdo a datos compartidos por la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), la industria de la molienda alcanzó un total 1.721.639 toneladas durante el referido período, equivalente a un crecimiento del 11% en relación a lo que se llegó a procesar en los primeros siete meses del año anterior.

No obstante, el gremio señala que el volumen de molienda hasta julio de este año refleja una merma cercana de 200.000 toneladas en relación al promedio de procesamiento durante los primeros siete meses de los tres años anteriores a la sequía del 2022.

Además, julio cerró con un menor volumen de industrialización de oleaginosas que el mes que lo precedió, con lo que se completó cuatro meses de caídas de forma consecutiva.

De acuerdo con lo señalado desde la cámara, la actividad industrial aceitera continúa por debajo de lo que se podría esperar en un año en el que se registró la recuperación de la cosecha.

Asimismo, mencionan que las complejas condiciones de competitividad en el que se encuentra el sector como consecuencia de los constantes cambios de regla a los que se enfrentó en la última década, explican esta situación.

A este escenario se suma la alta demanda por la soja paraguaya de desde las fábricas argentinas, a causa de la fuerte sequía mermó la producción de granos en el país vecino. Con todo esto, el retorno a una dinámica negativa, pese a la buena cosecha, va camino a confirmarse, adelantan desde la cámara.