La cosecha de soja continúa avanzando en las principales zonas productivas, superando ya el 60% de su recolección en algunas áreas. Sin embargo, los resultados hasta el momento han sido muy dispares, lo que dificulta la consolidación de un promedio general, según indicó el presidente de la Unión de Gremios de la Producción Héctor Cristaldo.
Según refirió, las condiciones climáticas han jugado un papel clave en este panorama: las lluvias intensas durante enero, que llegaron en forma de aguaceros, han generado variabilidad en los rendimientos. “Dentro de una misma parcela, los rendimientos de la soja muestran diferencias notables”, manifestó.
Este año, los productores han enfrentado un conjunto de retos, siendo la sequía una de las principales preocupaciones. Cristaldo indicó que, pesar de los avances en la cosecha, la falta de lluvias generalizadas afectó de manera significativa el desarrollo de los cultivos, lo que se refleja en la inconsistencia de los rendimientos. Además, factores como la época de siembra han influido en la productividad de los lotes, contribuyendo a la disparidad de los resultados.
La incertidumbre en el sector se ve agravada por la caída de los precios internacionales de la soja, que ha pasado de cotizar a casi 500 US$/ton en 2023 a promedios de 330-340 US$/ton en las últimas semanas. Esta baja en los precios añade presión sobre los productores, que no solo enfrentan un contexto de rendimientos dispares, sino que también deben lidiar con una fuerte competencia en el mercado internacional.