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La baja rentabilidad incidiría en las inversiones para la próxima campaña agrícola

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La baja rentabilidad incidiría en las inversiones para la próxima campaña agrícola

La rentabilidad en el sector agrícola es un factor clave que influye en las decisiones de inversión y en la planificación de cultivos para la próxima temporada.

Según indicó a Valor Agrícola el titular de la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP), en Itapúa, Marcio de Souza a pesar de que se tenga una buena proyección de cosecha, rentabilidad es una preocupación fundamental para los productores agrícolas y actualmente es bastante crítica y cuando enfrentan márgenes de ganancia reducidos o pérdidas, pueden ser más reacios a invertir en nuevos equipos, tecnologías o incluso en la expansión de sus operaciones.

Indicó que, aunque todavía no tenemos los números oficiales, se estima alcanzar o incluso superar las 10 millones de toneladas de soja este año, y que con la zafriña se estaría logrando esos números. Sin embargo, reiteró que el movimiento de los productores, en términos de inversión será muy bajo ya que hubo una serie de factores que afectaron y siguen incidiendo en rentabilidad de los agricultores, incluyendo los precios de los productos, los costos de producción, el clima, los altos costos logísticos y la volatilidad del mercado.

“El productor no va a tener presupuesto para hacer grandes inversiones hoy en el campo. El costo de producción se elevó bastante, solo algunos precios de fertilizantes bajaron un poco, pero en general los costos de los principales insumos están muy altos. Además, que las tensiones geopolíticas en Oriente Medio no cesan, lo que plantea riesgos potenciales para los mercados mundiales de materias primas», explicó.

Souza sostuvo que el panorama es bastante complicado y que otro de los aspectos que mantiene expectante al productor es la posible llegada del fenómeno La Niña que ya puede empezar a actuar desde el mes de junio e ir intensificándose cerca del inicio de la siembra de la próxima campaña sojera, que arranca entre los meses de agosto y septiembre.

«A pesar de ser una situación complicada, el productor va a cerrar los ojos y va a seguir produciendo haciendo el máximo ahorro posible atendiendo la situación actual, pero buscará producir de la mejor manera con menos recursos. Lo que esperamos es que no nos toque una sequía muy fuerte para esta nueva zafra porque sabemos que es un evento climático que siempre nos castiga», subrayó.