Hasta octubre se agregó valor a 2.950.978 toneladas de soja, cifra que ya supera al procesamiento de los años 2020, 2021, 2022, 2023 y 2024. El volumen industrializado acumulado más cercano al actual se observó en el 2020, y, en todo el 2021, se registró un volumen similar, cuando se procesó 6% menos, según el boletín de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO).
En cuanto a las estadísticas correspondientes solo al mes de octubre, el reporte indica que la producción industrial se ubicó en torno a las 295 mil toneladas, duplicando con creces lo registrado en el mismo periodo de tiempo del 2024, manteniendo un interesante ritmo de operación en la agroindustria.
El crecimiento responde al contexto internacional favorable que se ha generado gracias a la disminución de las presiones externas sobre la producción nacional de soja y a la consecuente caída en la exportación del grano en estado natural.
“Gracias a este contexto la mayor industrialización permite generar más ingresos por exportación y facilitar el crecimiento de otras industrias, generando un círculo virtuoso que permite no solo dinamizar la economía nacional sino también generar puestos de trabajo de calidad”, sostiene el gremio.