Según un análisis de Reuters, se espera que la sequía haga que las reservas mundiales de trigo de los principales exportadores caigan a mínimos de más de una década, un descenso que ocurre cuando el principal proveedor, Rusia, intensifica su conflicto con Ucrania y crea más incertidumbre para los importadores.

Las explotaciones agrícolas de América del Norte y del Sur, Europa y Australia se enfrentan a pérdidas de cosechas a medida que las condiciones meteorológicas extremas se extienden por una zona geográfica inusualmente amplia, haciendo que la producción de alimentos sea cada vez más vulnerable. La escalada de la tensión entre Rusia y Ucrania también ha devuelto la preocupación por la seguridad del suministro al primer plano.

Un análisis de Reuters de las estimaciones estadounidenses de inventarios de trigo y uso de las cosechas de siete grandes exportadores muestra que los niveles de existencias se reducirán a mínimos de 16 años en 2023-24. Si se elimina a Rusia, Estados Unidos y la UE, la proporción cae a su nivel más bajo desde al menos 1960, lo que refleja la escasez de oferta de importantes exportadores como Australia, Canadá y Argentina.

Ante este hecho, se espera que Rusia aumente sus envíos gracias a las grandes cosechas, que han superado periodos de sequía en lugares como Siberia.

La salida del Kremlin el 17 de julio del acuerdo del mar Negro que permitía la exportación segura del grano de Ucrania añade incertidumbre al panorama mundial. Los posteriores ataques aéreos contra los puertos ucranianos destruyeron unas 180.000 toneladas métricas de cosechas en nueve días.

«El mundo no tiene un colchón de suministro al que recurrir», señaló Dan Basse, presidente de la consultora AgResource Company. «Si hay un problema en el mar Negro con las exportaciones rusas, el mercado del trigo se pone muy picante, muy rápidamente».

Las preocupaciones de suministro ya provocaron movimientos volátiles en los precios del trigo, incluyendo un pico el 19 de julio que fue la mayor ganancia diaria desde los días después de que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022.

Los importadores de trigo con reservas limitadas a mano son vulnerables a los shocks de precios y suministro. Durante meses, algunos compradores de Asia, Oriente Medio y África solo han estado comprando lo suficiente para cubrir sus necesidades de corto plazo, en parte debido a las expectativas de la gran cosecha de Rusia, dijeron operadores