El potencial productivo del Chaco paraguayo ha venido consolidándose desde hace tiempo, tanto en la ganadería como en la agricultura, además de con la instalación de grandes industrias. El interés de los inversionistas del agronegocio también se ha volcado hacia esa zona, que se ha tornado atractivo para el desarrollo productivo.
En un análisis con Valor Agro sobre el panorama de la compra y alquiler de campos en esa región del país, el socio director de Tierras del Chaco S.A., Gonzalo Salazar, comentó que el sector inmobiliario rural ha atravesado un año difícil debido a las condiciones climáticas que afectaron la región y a los bajos precios en los sectores cárnicos y de granos.
Sin embargo, señaló que esta situación está cambiando. El hecho de que Paraguay haya alcanzado el grado de inversión, junto con las obras viales proyectadas y en ejecución, genera buenas perspectivas para el rubro agropecuario y lo convierte en un atractivo para los inversionistas.
Además, Salazar mencionó que el alquiler de tierras también se vio afectado por las mismas condiciones, pero esta situación podría mejorar tras los períodos de lluvia.
“Existe un interés real y en aumento en ambos rubros, tanto productivo como industrial. La demanda se concentra mayormente en zonas aledañas a la Ruta Bioceánica y en áreas ubicadas sobre el Acuífero Yrendá, además de en Alto Paraguay, que cuenta con un buen régimen pluviométrico”, explicó Salazar, refiriéndose a las áreas de mayor interés.
Por su parte, el socio director de Tierras del Chaco, Ricardo Harder, señaló que la mayoría de los campos han sido alquilados para la producción agrícola, aunque también se mantiene la opción de venta de los mismos.
Consultado sobre si se están buscando campos para incursionar en el sector agrícola, Harder respondió que sí, y que generalmente se muestra interés en terrenos con pasturas degradadas, que presentan cierto grado de estabilización de los suelos. Otros factores importantes en la región son el régimen de lluvias, la infraestructura vial de acceso a los campos y servicios como la electricidad.
Asimismo, Harder subrayó que el incremento de los precios no ha sido significativo debido a las condiciones climáticas que afectarán la región y los bajos precios en los sectores cárnico y de granos. Actualmente, el precio de las tierras para alquiler oscila entre 100 y 120 dólares por hectárea al año, existiendo la posibilidad de implementar pagos basados en los rendimientos.
En cuanto al interés de los inversionistas tras el acceso de Paraguay al grado de inversión, Harder destacó que perciben un aumento en el interés, aunque aún no se refleja en la compra de propiedades en el sector agropecuario de la región, debido a otros factores burocráticos. que dificultan el desembarco de dichos inversionistas.
También se refirió al impacto que tendrá la infraestructura vial y de servicios (electricidad, caminos) en el valor de las propiedades rurales en el Chaco.
“La infraestructura vial y de servicios incrementa el valor de una propiedad a la hora de comercializarla, pero la realidad es que estamos muy rezagados en ese aspecto en la región. Tenemos la esperanza de que esta situación se revierta a corto plazo, mejorando tanto